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VERGÜENZA CORDOBESA

Por Mariano Saravia

Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida. Y es que Córdoba atrasa, pero mucho más que lo que dice el tango Volver. “Sentir, que es un soplo la vida, que 20 años no es nada”, cantaba el gran Carlitos. Sin embargo, en Córdoba el atraso es mayor, podríamos cantar que 30 años no es nada. Porque siguen los viejos fastasmas que apestan de tanto pus y tanta carroña acumulada. En 1983, José Manuel De la Sota incorporaba a la política partidaria a Domingo Felipe Cavallo. Digo a la política partidaria porque en política ya había participado, durante la dictadura cívico militar. Primero siendo repatriado de Harvard por la Fundación Mediterránea, luego estatizando la deuda privada junto a Carlos Melconian, como funcionarios del Banco Central en las postrimerías de la dictadura genocida.

Pero en ese 1983, justo hace 30 años, con la recuperación de la democracia, De la Sota le hacía un favor grande a Cavallo reinventándolo, lavándole la cara, disfrazándolo de democrático y haciéndolo su asesor económico. Más tarde, en 1987, De la Sota lo haría diputado nacional a este paladín del Consenso de Washington. El resto, es más conocido, desde 1989 como canciller de Carlos Saúl Menem (declarado delincuente por la Justicia argentina, con una pena de siete años de prisión por traficante de armas) y a partir de 1991, superministro de Economía inventor de la Convertibilidad, la condena a muerte del pueblo argentino, que por suerte no terminó de matarlo.

En esa tarea de desindustrializar a la Argentina, Cavallo tuvo un lugarteniente fundamental, el entonces secretario de Industria Juan Schiaretti. Hoy los dos están procesados por la Justicia por el supuesto cobro de sobresueldos de parte del propio jefe del grupo: Menem.

Hoy, 30 años después, confirmamos aquella sentencia de Carlos Marx: “La historia se repite, primero como tragedia, y luego como farsa”. Hoy estamos en la parte de la farsa, con los mismos actores, mucho más decrépitos y fétidos que entonces, pero igual de dañinos.

Esta vez no es De la Sota el que lo lleva de la mano a Cavallo, sino “el Adolfo” y “el Alberto” Rodríguez Saá, dos aprendices de neoliberales que hicieron también su buen daño, tanto en San Luis como en la Argentina durante la semana que gobernaron, ya que fueron parte de la tragedia de diciembre de 2001.

Patético, como un arrepentido que no se arrepiente de nada, la primera declaración de Cavallo como flamante candidato a diputado nacional fue: “A mí me pegaron injustamente en los últimos años y me han cargado las tintas sobre cosas por las que yo luché”.

Y para confirmar que no hay tal arrepentimiento, dijo a una radio amiga (de él) como Mitre Córdoba: “Los hermanos Rodríguez Saá me hicieron el ofrecimiento y acepté. Yo voy a hacer campaña con las ideas que siempre he pregonado”. Esa frase constituye una verdadera afrenta al pueblo argentino, y hasta diría que jurídicamente constituye una verdadera apología del delito. Así como la actitud de los periodistas de la “radio amiga” de no preguntarle nada, no cuestionarle nada, constituye también una vergüenza para la profesión.

Después del drama argentino, de los muertos, de los nuevos desaparecidos económicos que dejó la Segunda Década Infame, es una vergüenza ponerle el micrófono a Cavallo para que diga lo que quiera: “Desde ya propongo eliminar las retenciones, eliminar el impuesto al gasoil y eliminar los impuestos extras a los combustibles como el caso de Córdoba”.

Ante el consentimiento de los periodistas en el piso, Cavallo se despachó contra el actual gobierno nacional: “Peor no podrían haber manejado la economía y ahora estamos en una situación de estanflación, la economía virtualmente estancada, con inflación creciente, con el gobierno interviniendo de manera irracional en todos los mercados”.

Su participación en la economía comenzó cuando fue subsecretario del Desarrollo del gobierno provincial (1969-1970), Director (1971-1972) y Vicepresidente del Banco de la Provincia de Córdoba, siempre durante la dictadura militar, primero con Onganía y luego con Lanusse. Luego fue también funcionario de la última dictadura cívico militar, la responsable del genocidio más espantoso de nuestra historia, primero como subsecretario del Ministerio del Interior y luego como presidente del Banco Central de la República Argentina.

En ese momento, las empresas endeudadas en dólares se vieron beneficiadas con un seguro de cambio establecido en la gestión de Lorenzo Sigaut en el Ministerio de Economía en el año 1981. Durante la gestión de Domingo Cavallo en el Banco Central se vinculó ese seguro de cambio con la tasa de variación de los precios, que al ser aplicadas ex post (aproximadamente 60 días después de su origen en los precios) captó todo el traslado a precios de la devaluación que se produjo.

Pero antes, el 6 de julio (día de la fundación de la ciudad de Córdoba) de 1977, por iniciativa de 34 empresas convocadas por Piero Astori, se creó la Fundación Mediterránea. Según su propia página web (http://www.ieral.org/site/data/default.asp) tenía como uno de sus objetivos “crear un foro apartidista donde se discutan los grandes problemas nacionales; donde hombres estudiosos aporten su inteligencia para diseñar soluciones económicas con el solo condicionamiento impuesto por la adhesión irrenunciable al respeto de la libertad y dignidad de la persona humana”.

Decir que el foro sería “apartidista” suena redundante y hasta cínico, ya que a mediados de 1977 los partidos políticos estaban proscriptos y se vivía la más cruenta represión política. En cambio, “la adhesión irrenunciable al respeto de la libertad y la dignidad de la persona humana” de una entidad tan poderosa, hubiera sido deseable en la época de los peores crímenes de lesa humanidad. Si esta gente hubiera movido un dedo por la libertad y la dignidad de la persona humana, quizá no estaríamos lamentando tantos desaparecidos.

Y no se puede aducir ignorancia de lo que estaba pasando. Según el periodista Daniel Santoro, una de las principales espadas del Grupo Clarín, cuando Cavallo en ese abril de 1977 volvió de Harvard, invitó a Córdoba a unos ex compañeros estadounidenses. “Después de un típico asado criollo, Cavallo pidió prestada una camioneta a unos amigos. Quería llevara a sus amigos americanos a conocer los alrededores de Córdoba…En medio del paseo, una patrulla militar detuvo la camioneta y les pidió que se identificaran… Con la escasa amabilidad que los caracteriza, los militares apuntaron a los graduados de Harvard con fusiles de combate… ‘¡Salgan de la ruta y caminen hacia campo abierto!’ gritó uno de los oficiales sin dejar de apuntarlo con el FAL… Uno de los economistas estadounidenses sufrió un ataque de histeria… El Proceso tuvo un instante entre sus prisioneros al futuro subsecretario Técnico-Administrativo del Ministerio del Interior y presidente del Banco Central” (Santoro, Daniel, El hacedor, Planeta, Buenos Aires 1994, página 98). Luego de identificarlos, los liberaron. Pero más allá de que el libro es de una obsecuencia repugnante, lo importante de la anécdota es que prueba que Cavallo conocía muy bien el terrorismo de Estado, hasta lo había sentido en carne propia.

En realidad, el hombre de San Francisco ya tenía experiencia en esto de colaborar con dictadores, porque en 1969 y a los 22 años, mientras sus compañeros de estudios se sumaban al Cordobazo, él era subsecretario de Desarrollo y Planeamiento de la Provincia durante la intervención del brigadier retirado Roberto Huerta. Luego de la caída de Juan Carlos Onganía, fue vicepresidente del Banco de Córdoba.

Según la misma página web oficial de la Fundación Mediterránea, “desde la fecha de su creación hasta 1982 desarrolló una amplia tarea de investigación que fue difundida a todos los miembros de la Asociación de Economía Política y a todos los sectores empresarios” y “la amplia labor de investigación realizada por el Instituto de Estudios para la Realidad de América Latina (Ieral), además de la presencia de Domingo Cavallo, convocado por el Gobierno nacional para ejercer importantes funciones que permitieron la aplicación de numerosas propuestas del Instituto”. De esta manera, la Fundación Mediterránea admite públicamente que la política económica de la dictadura fue obra propia, a través del hoy nuevamente candidato.

Esa política económica se basó principalmente en la desregulación financiera y la apertura total de la economía, lo cual afectó la balanza comercial y la cuenta corriente de la balanza de pagos; se reprimarizó la economía con su consecuente desindustrialización y se estableció el sistema de cambio conocido como “la tablita cambiaria”, que garantizaba la bicicleta financiera.

Los resultados, genocidio mediante, fueron que la deuda externa creció de ocho a 45 mil millones de dólares, el salario real cayó más del 30 por ciento y el reparto de la riqueza entre capital y trabajo pasó de un 50 y 50 a un 65 y 35 en favor del capital.

Una vez concretada la derrota de Malvinas y suplantado Galtieri por Reynaldo Bignone, la última tarea económica de la dictadura en retirada fue encargada a Cavallo, secundado por Carlos Melconian (PRO). Fue la de estatizar la deuda que tenían las empresas privadas.

Y aquí estamos, 30 años después, como si nada hubiera pasado, como si nada hubiera cambiado. Es frustrante y desesperante ver que pasó una generación y que los verdugos del pueblo siguen ahí. Los que antes castigaron a las grandes mayorías escudados en los Videla y los Menéndez, hoy se escudan en un sistema democrático que, de tan democrático que es, no es capaz de depurarse a sí mismo. La verdadera calificación de la democracia debería venir alguna vez por excluir del juego democrático a los ideólogos del genocidio, ¿pero cómo? Es difícil. Por eso ahí lo tenemos a Cavallo como uno de los candidatos. Por eso, la noticia de esta semana es que Córdoba suma una vergüenza más a su historia.

Paradójicamente, Cavallo enfrentará y competirá por el mismo segmento de votos con su ex socio: Juan Schiaretti, candidato de De la Sota, quien intrdujo a Cavallo a la política partidaria.

A Schiaretti lo secundan la locutora Blanca Rossi y Carlos Caserio, quien empezó a cruzar dardos con Cavallo: “Los argentinos saben quién es Cavallo. Se quedó con la plata de la gente, es el inventor del corralito”.

Pero no sólo con Schiaretti competirá Cavallo, sino también con otro de sus mejores alumnos: Oscar Aguad, cabeza de la boleta oficialista de la UCR (si es que supera las Paso y los planteos judiciales de sus correligionarios en su contra por violar la Carta Orgánica partidaria). Aguad compartió con Cavallo el desastroso gobierno de Fernando De la Rúa y la debacle de 2001. Aguad también comparte con Cavallo (y Schiaretti) la calidad de candidatos procesados por la Justicia. En el caso del radical, por el “extravío” de 60 millones de dólares en la ciudad de Corrientes cuando fue interventor federal. Pero sobre todo, Aguad y Cavallo comparten ideología, el obnubilamiento por el Consenso de Washington, el neoliberalismo, las reuniones de empresarios y todo lo que signifique la antipatria.

Lo nuevo

Para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) del 11 de agosto próximo, los cordobeses encontrarán ocho fuerzas con lista de unidad y tres fuerzas que dirimirán internas (UCR, el vecinalismo y Unión por Córdoba). Sin embargo, de las 16 boletas que encontrarán en el cuarto oscuro, casi todo es viejo y conocido. De la vergüenza y de los fétidos fantasmas del pasado, ya hablamos. Pero el resto también es viejo y conocido, lo cual no es malo en sí mismo.

Sin embargo, hay dos expresiones nuevas, y yo diría que son coincidentemente las dos listas que plantean con mayor contundencia las opciones ideológicas hoy: las listas del Frente para la Victoria y del PRO.

Es cierto que Cavallo, Schiaretti y Aguad representan lo mismo, el viejo proyecto de la reacción liberal-conservadora. Pero más allá de los votos que puedan sacar, son expresiones de algo amogosado, que huele a viejo. También es verdad que se presentan el Movimiento al Socialismo (MAS) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores, pero pasan los años y no logran hacer pie en las mayorías populares.

Y luego están las fuerzas ni, que no son ni una cosa ni la otra, que no son ni de izquierda ni de derecha, que no quieren ni que se les pida una definición, que la palabra ideología ni la conocen. Ahí están el juecismo aliado al socialismo descafeinado de Binner; ahí está también la Coalición Cívica-ARI; el vecinalismo y el olguismo.

En ese contexto, las verdaderas expresiones nuevas son las dos apuntadas, el Frente para la Victoria y el PRO, que al mismo tiempo responden a las dos expresiones que a nivel nacional marcan dos proyectos de país, los encabezados por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.

En el caso del PRO, la cara nueva es la de Héctor Baldassi, ex árbitro de fútbol seducido por la política. En realidad, no se sabe qué es lo que lo sedujo, ya que su discurso tampoco es muy nuevo, es el de otorgarle un dudoso mérito a su proveniencia de afuera de la política. En realidad, un discurso antipolítica de alguien que no sabe o no entiende o no quiere confesar su proyecto político. El discurso de la nada. Quizá en este sentido sea bueno que lo hayan secundado de Laura Rodríguez Machado, ex legisladora y ex funcionaria municipal vinculada al Partido Demócrata, a la Ucedé y luego a Acción por la República, el partido que fundó justamente Cavallo. Mujer comprometida con las ideas liberales, puede dotar de contenido a la nada que representa Baldassi. Y puede expresar mejor el proyecto macrista de la restauración liberal-conservadora. Sin pelos en la lengua y argumentando con todas las letras por qué volver a los ’90.

En cuanto a la lista del Frente para la Victoria, es la otra genuina expresión de lo nuevo. Pero si Baldassi expresa la nada, o mejor dicho la tardía farandulización de la política, la lista del kirchnerismo en Córdoba expresa justamente lo contrario, un salto de calidad importante con dos académicos de fuste: la ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, Carolina Scotto, y actual secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Martín Gill.

Más allá de su capacidad intelectual, su integridad y honestidad probadas, estos dos académicos representan uno de los mayres éxitos del proyecto nacional y popular, pero eso será materia de análisis para otra nota. Eso sí, para contrarrestar la vergüenza cordobesa de llevar a los tres procesados candidatos (Cavallo, Schiaretti y Aguad), podemos mostrar también un orgullo los cordobeses: Scotto y Gill. CAVALLO

Justicia Argentina, ¿para todos o para pocos?

Fernando Pisani

 

 

 

 

 

 

 

 

Por Fernando Pisani
fjp2001@gmail.com

La pregunta que nos debemos hacer es si las diversas posiciones sobre la democratización de la justicia apuntan a una justicia para todos o a una justicia para pocos; o mejor dicho aún, a una justicia de todos o a una justicia de pocos.

Y para evitar discusiones que obscurecen, o tomas de posición a favor o en contra del gobierno que impiden una reflexión algo más objetiva del problema y de sus soluciones, no hay nada mejor que alejarse del problema actual y verlo más lejos del lugar y del tiempo.

Como sabemos, la Constitución Argentina y por ende su concepción sobre la organización de sus poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se basa en la Constitución Norteamericana y es bueno rastrear en ella elementos que nos permitan entender las bases de lo que pasa hoy en Argentina.

Cuando se elaboró la Constitución norteamericana, los llamados “Padres Fundadores” de la misma, eran terriblemente desconfiados y opuestos a la participación directa de la población en los asuntos del gobierno y si bien todos hablaban de democracia, se oponen a la misma como método de gobierno y la oponen a la república, que ellos defienden, es decir, prohibir y el gobierno del pueblo y por el pueblo y admitirlo sólo por medio de sus representantes.

 Así organizan el poder de la siguiente forma. Admiten sólo la elección directa de los representantes del pueblo, la Cámara de Representantes, pero como desconfían de qué puede salir de ella, ponen como contrapeso una Cámara de Senadores, sin cuya participación nada puede hacer la primera. Pero esos senadores no son elegidos en función del número de habitantes de cada estado, sino que estados chicos o grandes tienen la misma cantidad. Y para la elección de los mismos, ponen condiciones de manera que sean siempre elementos de la clase pudiente.

Para el Ejecutivo definen que tampoco el presidente se elegirá de forma directa por la población sino que se plantean un conjunto de mecanismos por los cuales se elegirán indirectamente pudiendo incluso no ser presidente el que resulte indirectamente el mas votado. Y por supuesto cuenta con el derecho al veto a lo resuelto por el parlamento.

 Naturalmente a todo esto se le agrega que se le impide votar a las mujeres, a los negros e incluso el número de habitantes de cada lugar no se cuenta por las personas que viven en él, sino que si en ese territorio viven pueblos originarios y no pagan impuestos, no se cuentan. Y los esclavos y negros, cuentan sólo tres de cada cinco.

Pero nada de esto les da tranquilidad. El famoso país modelo de la democracia instituye un Poder Judicial que no será elegido por el pueblo ni siquiera por esos mecanismos indirectos, sino puestos a dedo, con una característica: no podrán ser removidos y durarán hasta que se mueran o renuncien, y las posibilidades de destitución son remotas, al punto que nunca en EEUU se removió ningún juez de la corte suprema.

 Y allí no termina el asunto. Este poder no elegido por el pueblo, y que pronto se transforma en una especie de casta, termina teniendo un poder incluso superior a las cámaras legislativas y al propio presidente.

Pongamos un ejemplo: En EEUU ya se había prohibido la esclavitud en muchos Estados (allí las provincias se las llama estados). Pero por supuesto aún había traficantes de esclavos. Y tal era la impunidad y racismo existente, que un tratante de esclavos, reclamando al otro por el pago de esclavos que había vendido, recurre a la Corte Suprema. Esclavos, dicho sea de paso, que fueron entregados en el Estado de Mississipi donde estaba prohibida la importación de esclavos desde 1833 (esto ocurre en 1841). El problema que enfrentaba la Corte Suprema era: si los esclavos eran personas protegidas por la Constitución Estatal, ¿no debían aplicar la ley y liberarlos?. Pero el reclamaba el pago decía: no son personas, son objetos de mi propiedad y como tal deben regir las leyes del comercio y por ende sujetos a la legislación federal. ¿Y qué hizo la corte?. Como bien señala Clemente Valdés en una obra muy interesante,

Para evadir el problema la Corte resolvió de una manera incoherente que, aunque el contrato de compra venta era inconstitucional, no era ilegal y, por lo tanto, el comprador debía pagar el precio de los esclavos.”

Clemente Valdés (1) nos cuenta que esos casos culminan con la resolución dictada en 1857 por la Suprema Corte de los Estados Unidos en el asunto de Dred Scott, esclavo negro que con su familia había sido llevado por su dueño a un territorio del norte en donde se prohibía la esclavitud. Frente a esto la Corte declaró que una ley del Congreso expedida 37 años antes, en 1820, conocida como el Compromiso de Missouri, la cual prohibía la esclavitud al norte de la latitud 36° 30’, era inconstitucional. Demás está decir que frente a esta soberbia de la Corte no había muchas alternativas, más cuando azuzó a los estados gobernados por partidarios de la esclavitud. Y terminó todo en la guerra civil…

Al respecto, Abraham Lincoln, en su discurso al tomar posesión como presidente de los Estados Unidos el 4 de marzo de 1861, decía:

si la política del Gobierno sobre las cuestiones vitales que afectan a todo el pueblo va a ser fijada irrevocablemente por decisiones de la Suprema Corte, en el instante en que así se hace en litigios ordinarios entre partes en acciones personales, el pueblo habrá dejado de ser su propio amo, al renunciar prácticamente a su Gobierno para dejarlo en manos de ese eminente tribunal”

Cuando hoy se analizan por ejemplo los fallos de jueces a favor de Clarín y en contra de una ley votada por los representantes del pueblo, debe admitirse que no es algo inventado por la “justicia” argentina. Por ejemplo el caso de una ley del Estado de Nueva York que prohibía que los trabajadores de los hornos de las panaderías trabajaran más de 10 horas diarias. ¿Qué hizo la Corte Suprema: declaró inconstitucional dicha ley. Y así siguió la Corte defendiendo abusos contra los trabajadores, entre otras amparándose en el principio de la “libertad de contrato”.

Y hay innumerables casos absolutamente escandalosos de este país modelo de la democracia. Por poner un ejemplo la Corte convalida

fraudes tan escandalosos como los de las tierras del Yazoo que comprendían la mayor parte de los territorios que forman lo que son actualmente los Estados de Alabama y Mississippi, las cuales fueron vendidas a un precio ridículo por la legislatura del Estado de Georgia después que todos los legisladores de ese Estado, excepto uno, fueron sobornados para aprobar el fraudulento contrato. La legalidad de ese fraude fue convalidada por la opinión del Jefe de Justicia John Marshall, quien invocando el principio que prohibe “impair of obligations of contracts”, es decir, anular o disminuir las obligaciones de los contratos, a pesar de las confesiones de los legisladores cuyos votos habían sido comprados, sostuvo que sería “indecente” entrar a juzgar las razones del voto de los legisladores. Esta curiosa opinión de Marshall fue apoyada por todos sus colegas en esa Suprema Corte en el caso Fletcher v. Peck. Es también la época en que se legalizan algunos de los mayores despojos en contra de los indios para quitarles sus tierras, especialmente en los casos de los cherokees resueltos en 1823, y además se dictan algunas de las más inmorales resoluciones a favor de los grandes especuladores” (1)

                                    El dibujo es de Freddy, del diario La Capital

Cualquier similitud con las conductas de la justicia argentina no es mera casualidad y no cansaremos con una larga lista de iniquidades. Sólo señalemos al pasar que la Suprema Corte argentina convalidó todos los golpes de estado de argentina y los legitimó.

La pregunta que nos debemos hacer es: ¿Es necesario para nuestra sociedad cambiar cómo se estructura y funciona la Justicia? ¿Está bien cómo se eligen los jueces? ¿Está bien que sean prácticamente eternos? ¿Deben tener el poder de que cualquier juez dicta una cautelar contra una decisión de los otros dos poderes, que justamente son los únicos elegidos por el pueblo, y su resolución sea indefinida en el tiempo? Y no hablemos de Clarín, sin ir muy lejos hay una cautelar a favor del diario La Nación que lleva más de diez años. Curiosamente los socialistas de Binner que se oponen a la limitación del tiempo de las cautelares, gobiernan una provincia donde una cautelar no puede tener más de 90 días…

¿Debe ser una especie de casta el Poder Judicial? ¿Hay que democratizarlo? ¿Pueden existir causas que duran diez o veinte años en resolverse, justamente porque es la manera de proteger intereses de poderosos o sus propios intereses o de sus conocidos?

Por otro lado, la Justicia argentina, con honrosas excepciones, es una Justicia no sólo ineficaz, exageradamente lenta, injusta muchas veces y en cierta manera buena parte de ella racista y prejuiciosa , sino que también es onerosa, es cara, por lo que la mayoría de la población no puede recurrir a ella para derimir sus diferencias o defenderse.

Quienes hoy se oponen a modificar aspectos de la Justicia en realidad están defendiendo una corporación, la judicial, con sus privilegios y fundamentalmente su toma de posición a favor del status quo y los poderosos y su impunidad garantizada por su permanencia en el cargo si tienen «buena conducta» (y ya sabemos lo que entienden por buena conducta, para ellos fue bueno apoyar a los golpes de estado, expropiar de tierras a sus legítimos dueños, etc, etc).

 Por supuesto que ninguno de los tres proyectos de ley resuelven los problemas fundamentales de la Justicia argentina. Son pequeños pasos en cambios pequeños. Y sí a pesar de ser pequeños los cambios se levanta tan polvadera en defender una justicia de pocos, imaginémosnos qué pasaría si se hubieran planteado cambios más profundos.

 Pero por más que sean pequeños los cambios son muy importantes, en primer lugar porque ponen en centro del debate una institución que siempre ha permanecida impune y con una falsa imagen de equidistancia, con importantes grados de corrupción, partícipe necesaria de los momentos más atroces de la historia argentina y también partícipe necesaria de la impunidad por ejemplo con que se mueven las mafias del narcotráfico.

 Es importante remarcar que no todos los jueces o partícipes del Poder Judicial avalan la conducta antidemocrática y defensora de privilegios e injusticias que ha tenido el Poder Judicial en los últimos ciento cincuenta años, por poner una fecha. Muy demorados y con contradicciones, pero realizados al fin, los Juicios a genocidas son ejemplos para todo el mundo. Y no hubieran sido posible no sólo sin un gobierno nacional que los hubiera estimulado para llevarlos hasta las últimas instancias, sino sin fiscales y jueces que se apartaran de la conducta genuflexa. Ni estos cambios existirían si no existiera en la propia justicia sectores de la misma que quieren hacerlos.

Es cierto que tal vez en este artículo  se mezclan las conductas de los jueces con la Institución, y se está criticando no sólo a los jueces sino también a la institución. Pero ocurre que no puede ser de otra forma en la medida que la propia institución «Justicia» no ha puesto nunca distancia con las conductas más aberrantes de jueces comunes y jueces “Supremos”, ni ha repudiado o separado de sus cargos a quienes avalaron gobiernos golpistas y genocidas. Por el contrario, abogados, fiscales y jueces coinciden «entre bueyes no hay cornadas», «hoy por ti, mañana por mi»

 Y es de notar que sabiendo lo que es la justicia argentina, que se arroga privilegios -el no pago del impuesto a las ganancias es uno de ellos-, su ineficacia, su onerosidad,  y los robos “legales” y crímenes que ha avalado o legalizado o coparticipado, jamás antes el Poder Legislativo ni el Poder Ejecutivo se plantearon hacer una reforma del Poder Judicial. Es más, contribuyeron a su impunidad.

Justamente lo importante que está haciendo este gobierno de Cristina Fernández, más allá de las propuestas concretas de cambio, es abrir el camino hacia una reforma y democratización del Poder Judicial. Y hablar de aquello que jamás se habla. En cambio los que hoy critican estos pequeños cambios siempre, desde que estuvieron en el poder o en la oposición, no hicieron nada por cambiar las aberraciones del Poder Judicial ni se plantearon reformarlo. incluso falta el estudio para ver cuánto de la violencia cotidiana que hay hoy, inclusive el feminicidio, no tiene que ver con la propia justicia y su absoluta ineficacia, cuando no parcialidad a favor del más fuerte.

 No es un tema fácil propiciar un cambio para bien de la Justicia. Llevar a que los jueces surjan de una votación como un diputado puede ser peor el remedio que la enfermedad (cosa que el gobierno no está proponiendo, dicho sea de paso), pero así las cosas no pueden seguir. O la justicia  se autoreforma y se autopurga, para evitar seguir siendo el último bastión de la reacción, del status quo y de los grandes privilegios, y pase a ser realmente Justicia, o la sociedad deberá pensar en medidas más incisivas para que los jueces dejen de ser una especie de casta privilegiada e impune y entiendan que necesitamos una justicia de todos y para todos y todas.

Rosario, 22 de abril de 2013

  1. «Marbury vs. Madison. Un ensayo sobre el origen del poder de los jueces en los Estados Unidos». Clemente Valdés

Papa Francisco y el «Diario de Guerra»: Los videos del testimonio ante la Justicia

Una investigación de SAM FERGUSON

Desde que se convirtió en Papa Francisco la semana pasada, las preguntas han circulado sobre la relación de Jorge Bergoglio con junta de Argentina durante el transcurso de la «guerra sucia», un período de la dictadura militar entre 1976 y 1983. Durante este tiempo, el gobierno por la fuerza «desaparecieron» más de 9.000 personas. El periodista Horacio Verbitsky ha acusado Papa Francis, entonces el padre Jorge Bergolgio, de los rumores de que dos sacerdotes teología de la liberación dentro de la orden de los jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics, eran izquierdistas, efectivamente señalización a los militares que los sacerdotes no tenían protección Iglesia. Bergoglio ha negado estas acusaciones, diciendo que en realidad trató de proteger a los sacerdotes: En primer lugar, alentando a que dejen su trabajo en los barrios bajos, que los estaba poniendo en peligro, en segundo lugar, por alojarlos después del golpe de Estado para proporcionar protección, y en tercer lugar , utilizando de nuevo los canales para tratar de salvarlos después de su secuestro.

En 2010, Bergoglio fue llamado como testigo en una investigación criminal de dieciocho oficiales en la Escuela de Mecánica de la Armada, la prisión secreta donde Yorio y Jalics fueron llevaron. Se enfrentó a las preguntas formuladas por varios abogados de derechos humanos y tres jueces. Sus cuatro horas y media de  testimonio abarcaron temas tales como su larga relación con los sacerdotes, los pasos que él afirma haber adoptado para proteger a los sacerdotes, y los encuentros que tuvo con altos funcionarios del gobierno para lograr su liberación. En la audiencia también brevemente descubre  relación del Papa Francisco con Esther Ballestrino de Careaga, uno de los miembros fundadores de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, un grupo de mujeres que protestaron por la desaparición de sus hijos en el apogeo de la dictadura. A continuación, presentamos cuatro clips importantes (en español) de su testimonio.

En este clip, Bergoglio describe los pasos que tomó para asegurar la liberación de su amiga Esther Ballestrino de Careaga, a los activistas de derechos humanos y fundador de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que fue desaparecida en diciembre de 1977 junto con otros once activistas de derechos humanos. Sus restos fueron identificados en 2005 después de haber sido enterrado en una fosa común en 1977, cuando su cuerpo llegó a la orilla, los huesos mostró signos compatibles con un fuerte impacto de una caída, como ser expulsado de un avión. En el intercambio, Bergoglio comienza explicando la «gran amistad» que tenía con Ballestrino de Careaga se remonta a la década de 1950. Fiscal Luis Zamora Bergoglio pide lo que hizo cuando descubrió que Ballestrino de Careaga había desaparecido. Bergoglio dice que «me duele mucho», y que trató de ponerse en contacto con la familia, que era «una especie de oculto» porque la hija de Ballestrino de Careaga, Ana María ya había sido secretamente secuestrados. Él testifica que él también trató de contactar a otros que pudieran tener información sobre el paradero de Ballestrino de Careaga . Cuando le preguntaron si en contacto con las autoridades, Bergoglio dice que no lo hizo, porque las relaciones judiciales fueron manejados por el Arzobispado. (En ese momento, era jefe de la Compañía de Jesús en la Argentina, un lugar situado fuera de la jerarquía de la Iglesia institucional.) Zamora cierra el encuentro preguntando si, dada su amistad, Bergoglio debería haber hecho más para Ballestrino de Careaga. Bergoglio responde: «Hice lo que pude».

Los críticos de Bergoglio  alegan que él estaba en una campaña ideológica para borrar de izquierda como los sacerdotes Yorio y Jalics de la Iglesia. Bergoglio explica que «todo sacerdote que trabajaba con los pobres era un objetivo para la sospecha y la acusación de algunos sectores», y dice que él rechazó los rumores que circulan dentro de la orden de los jesuitas, de ‘zurdos’, un término despectivo para referirse a un izquierdista antes y después de los golpe . Añade que viajó a La Rioja en 1973 a «intervenir en el caso de los dos jesuitas que trabajaban allí con los pobres» y también «objetos de estos comentarios desagradables». Presionado por Zamora para obtener información sobre el origen de los rumores, los estados Bergoglio que vino de los segmentos de la orden «frente a este tipo de trabajo pastoral».

«¿Tienen un nombre y un apellido?» Zamora pide.

Bergoglio responde: «No, sólo los sectores».

Zamora sigue presionando para Bergoglio específico nombres: «no te acuerdas de ninguna información concreta: un obispo, un cardenal» Bergoglio y no ofrece ningún tipo. También dice que él no se dio por los rumores de «mucha importancia». Sólo se planteó en las conversaciones de rutina como un tema entre muchos recuerda, Bergoglio. Cuando Zamora señala que Carlos Mugica, sacerdote radical, habían sido descritas en términos similares antes de ser abatido a tiros en mayo de 1974, da marcha atrás Bergoglio. Afirma que él no aceptó los rumores como verdaderos-de hecho, eran «calumnia grave» y «pecado», dice-, pero poco pudieron hacer para enfrentarlos porque «fue aceptada ya como un hecho.»

En este clip, Bergoglio testifica acerca del momento se enteró de que el Yorio y Jalics sacerdotes habían sido secuestrados. Él explica que se enteró del incidente después de una llamada telefónica de uno de los vecinos del sacerdote. Él dice que le dijeron que «hubo una redada y que habían tomado los sacerdotes presos, así como muchas personas laicas». Él dice que él actuó de inmediato para tratar de averiguar donde los sacerdotes habían sido tomadas. Finalmente, se dice que escuchó que la Armada había tomado, la información que pasa a «todos los miembros de la Compañía de Jesús [la orden de los jesuitas]», el Arzobispado, y el embajador del Vaticano.

Al preguntarle cómo se descubrió que era la Armada, Bergoglio dijo que era «vox populi». En respuesta a una pregunta formulada por el presidente del tribunal, Daniel Obligado, Bergoglio describe sus dos reuniones con Emilio Massera, el jefe de la Armada. Durante la primera reunión, él dice que fue a informar a Massera, que los sacerdotes habían sido detenidos y quería asegurar el Almirante que los sacerdotes no estaban involucrados en nada «raro» (raro). En el momento de la segunda reunión, él dice que era «casi seguro» que la Marina había secuestrado a los sacerdotes, a partir de las conversaciones que mantuvo con personas no especificadas, y describe un «feo» reunión. Le dijo a Massera: «Quiero que aparezcan», y luego «se levantó y se fue.» En uno de los intercambios más tensos durante el testimonio Zamora Bergoglio presiona para obtener información sobre cómo descubrió que los sacerdotes fueron tomadas por la Marina de Guerra, información que estaba estrechamente vigilado y no habrían estado a disposición del público. Bergoglio insiste en que fue un rumor general de que estaba dando vueltas.

Zamora: Tal vez usted puede decirnos lo que estaba pasando a su alrededor como vox populi, porque públicamente la gente no podía saberlo.
Bergoglio: La gente que pide una dijo que era la Armada, que era de Infantería de Marina.
Zamora: ¿A quién le pregunto?
Bergoglio: Las personas que tenían influencia, la gente que se podía consultar, que tenían conexiones con los jueces, con un tipo militar, con un policía, con el Ministerio del Interior. Todo apuntaba a la Armada.
Zamora: ¿Recuerda algún nombre de estas personas que tan fácilmente accesibles poder?
Bergoglio: No.
Zamora: ¿Eran superiores eclesiásticos? El Cardenal?
Bergoglio: Fue todo el mundo que se podía ir en un momento de desesperación, ¿sabes? Eran amigos, conocidos, «Tengo un conocido que voy a averiguarlo.» Este tipo de cosas.
Zamora: El hecho de que fueron secuestrados por la Marina es una pieza muy importante de información. Vamos a ver si usted puede probar difícil Bergoglio señor. Esta es una pieza muy importante de información que usted nos está dando que puede ayudar a comprender el origen, identificar a los que se habla, que usted cree que son dignos de confianza, como usted ha indicado a Massera, que era una fuente seria, no sólo nadie , ¿sí?
Bergoglio: Se dijo como todo el mundo estuvo de acuerdo «vox populi».. No es que una persona que dijo. Todo el mundo dijo: «Fue la infantería de Marina.» No recuerdo bien si se identifican los agentes que participaron en la operación de la infantería naval, creo que también se identificaron como un grupo de tareas de la Armada.

Este último intercambio entre Bergoglio y el juez Herman Castelli se refiere Bergoglio encuentros con Yorio y Jalics después de su liberación. «¿Sabe usted, basado en sus conversaciones con Jalics y Yorio, lo que piensan acerca de su comportamiento en cuanto a su secuestro?» Castelli pide. Bergoglio dice que habló con Jalics en varias ocasiones durante su visita a la Argentina desde Alemania, donde fijó su residencia después de haber sido liberado. Él dice que Jalics era «entendimiento» y no quería volver a vivir lo que pasó porque él «sufrió mucho». Bergoglio añade que ni Yorio ni Jalics «me dijeron que podía haber hecho más» y que «no me eches la culpa.» Cuando el juez Castelli le pregunta si alguna vez escuchó las críticas de nadie más que los sacerdotes, Bergoglio dice que pensó Yorio había dicho «que tal vez había dejado sin protección un poco, que yo no había hecho lo suficiente. No recuerdo si esto es exactamente lo que era, pero era que no había protegido lo suficiente, y no protegerlos yo los había dejado sin protección, no la palabra «entregado» [literalmente «entregado», con connotaciones de «delató» o «delató»] en al menos nunca he oído esta palabra, él no lo dijo, pero estaba cerca de esto. «Más tarde [no aquí en video], Bergoglio dice Yorio había sido «condicionados por el sufrimiento que tuvo que pasar».

Traducción Propia mediante Google Traductor.
Sepan disculpar las imperfecciones.

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Sam Ferguson es profesor residente en el Centro de Schell de Derechos Humanos Internacionales en la Escuela de Derecho de Yale y ex becario Fulbright. Está escribiendo un libro, «Lo que queda de una guerra sucia», sobre los juicios de derechos humanos en Argentina.

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Mas sobre Sam Ferguson: Es un miembro de la clase de la Escuela de Derecho de Yale de 2009. Mientras que en la escuela de derecho, era un profesor asistente de profesor Reva Siegel, presidente de programación de la Sociedad Americana Constitución, y uno de los organizadores del Simposio Bernstein. También participó en el Programa Vínculos, en Argentina. Sam recibió un BA en Filosofía con los más altos honores de la Universidad de California en Berkeley. Como miembro Robina, Sam pasó un año en Buenos Aires, investigar y escribir un libro, restos de una guerra sucia , sobre una serie de juicios de derechos humanos en Argentina contra el último gobierno militar de ese país. De 1976 a 1983, entre 10.000 y 30.000 personas fueron víctimas de desaparición forzada, muchos arrojados vivos de aviones en el Atlántico Sur. Sam siguió el juicio contra 18 agentes de la tristemente célebre Escuela Argentina de Mecánica de la Armada, a veces llamado el Auschwitz del sur, asistiendo a más de 500 horas del ensayo, llevar a cabo cientos de entrevistas y la revisión de miles de páginas de documentos oficiales relacionados con el caso. Se le concedió una entrevista a Antonio Pernias, quien está acusado de ser el jefe torturador de la escuela. Después de un año en Buenos Aires, Sam trabajó para el juez William Fletcher de la Corte de Apelaciones del 9 º Circuito en San Francisco, California. En la actualidad vive en Brooklyn, Nueva York, donde está terminando el libro.

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DOCUMENTO DE  INTELIGENCIA DE MARINA DONDE SE PRUEBA QUE BERGOGLIO ERA INFORMADOR DE LAS ACTIVIDADES DE LOS RELIGIOSOS.

Documento de Inteligencia de la Marina donde se prueba que Bergoglio era informante

Permítame unas palabritas Sr. Cura Jorge Bergoglio

Raul Crespo

Por: Raúl Crespo  www.aporrea.org
– www.aporrea.org/internacionales/a161496.html (Versión para imprimir)

La crisis de la Iglesia católica es en sí misma un aborto de los valores morales y principios éticos que rodean la fe en Dios, esta situación del pasado y presente no llena de esperanza el futuro de la Iglesia católica si usted Sr. Cura, no establece líneas de demarcación moral dondequiera y haga diferente lo recto de lo erróneo dentro del Vaticano, con el banco, celibato sacerdotal, secularización por la falta de evangelización, corrupción, malversación y entregar a la justicia a los violadores. Abominable practica que requiere decisiones absolutas.
Deberá sancionar, unificar y transformar la ética dentro de los cárdenles especialmente con el grupo italiano que se creen los dueños de la religión católica, eso sí, cuidándose de no ser envenenado con algo cuyo resultado aparezca como ataque al corazón o infarto fulminante según los forenses.La Iglesia no está en condiciones de seguir prometiendo de diversas maneras trasladar el alma a mejores condiciones; basta ya de ofrecer el cielo o el infierno y otras tonterías, el reino para los pueblos pobres deberá establecerse aquí en la tierra incluso para los fieles que están en el cielo, de esta manera el alma quedara libre de dolor. La Iglesia debe apoyar a las masas en su lucha por el derecho a la igualdad de oportunidad, pero, hay que hacerlo hoy no cuando Jesús regrese porque Jesús está muy ocupado con 7.000 millones de almas que solicitan ayuda.Con usted Sr. Cura, la diferencia de tono, lenguaje si usa bus o una vieja sotana no nos impresionara, serán los cambios en la estructura de la religión católica la que hable. Este cambio nos recordara que la función de la religión es adaptarse a los cambios culturales que traen otros valores y todos coinciden con la integración y con la paz que reclaman los pueblos, dichos valores son ejecutados en uno y otro caso por personas muy diversas.

Con tanto problema ético y moral que inunda a la Iglesia ¿Cómo piden no aceptar a los grupos gay, lesbianas, la práctica del aborto, la utilización de anticonceptivos o la prohibición de mujeres en el sacerdocio? Si en la Iglesia existen gay, homo y hetero sexuales escondidos en el closet, salgan de ahí y luchen para que los curas de base elijan sus obispos y cardenales, al menos lean la teología de la liberación y entiendan lo bien que esa práctica le causaría a la Iglesia.

Las religiones son muchas la razón es única. La religión consiste en ideas conscientes, esperanzas, alegría y objetos de culto; el catolicismo nos impone santos en cantidades industriales y objetos de culto y vestimentas tipo payasos de circo y el pueblo no dice nada, acepta toda esa ridiculez mientras ustedes no pueden tolerar los cambios culturales y tecnológicos que han traído otros valores que no les puede gustar, pero que, sin embargo, también, son valores superiores que se imponen en estos tiempos como los de mitigar la pobreza, la inequidad y la desigualdad así frenar la violencia, son principios en los que todos debemos arrimar el hombro para conseguirlos.

Usted Sr. Cura viene de un país que a inicios de los 2.000 paso por serios problemas económicos gracias al FMI. Usted Francisco I, sabe lo que es el sufrimiento del pueblo por las desapariciones, asesinatos, torturas, practica de la domesticación militar, a usted lo acusan de entregar a dos sacerdotes jesuitas a los militares que se imponían al principio potencial de la reflexión que existe en nosotros sin que nadie nos la entregue. Allá usted con su consciencia pero…

Yo le había apostado a un Papa estadounidense por la situación que atraviesa EEUU y Europa, la otra alternativa era la de un Papa Latinoamericano, eso para mí no tiene importancia si los cambios estructurales en toda la Iglesia no se producen.

Pero si usted Sr. Cura fue elegido Papa, para combatir los procesos revolucionarios en Sudamérica como lo hizo Juan Pablo II en Nicaragua, El Salvador y desde Polonia influir para el derrumbe del socialismo en el eje soviético, sepa usted Sr. Cura que esos tiempos se fueron, es verdad que las huestes revolucionarias latinas creen en Dios, no creen en los curas, ahora, existe un mayor conocimiento en los pueblos sobre lo que significa participación. Antes la excusa que tenía la Iglesia para no apoyar los procesos de cambio eran la utilización de las armas, esos tiempos terminaron en este contexto o apoyan al pueblo o se quedaran cada vez más solos hasta que las revoluciones constitucionales les alcance.

Sepa usted Sr. Francisco I que, podemos conformarnos o no con ustedes, no nos apremia o nos quita el sueño ni exige de nosotros más emociones que usted sea el primer Papa latino. Mientras usted no demuestre estar con el pueblo abriendo las Iglesias, será uno más de los cientos de curas que lideran ese antro llamado Vaticano sin ton ni son.

Los últimos Papas del siglo XX se olvidaron que la religión católica con sus 1.000 millones de fieles es parte de la experiencia misma, una masa de gentes con nuevos sentimientos e ideas, una con valores que están ahí y otra con nuevos valores que la integración protege pero que la Iglesia no acepta contribuyendo con la xenofobia, de esta forma el catolicismo practica una persecución tipo inquisición más directa sin mirar el derecho a la vida o preocuparse por la justificación ultima en sus aspiraciones que todo ser humano tiene.

El 70% de los gobiernos de esa masa de 50% de católicos que viven en América Latina, respalda constitucionalmente a los gay, lesbianas, otros al aborto y al uso de anticonceptivos, claman para que la mujer acceda al sacerdocio. Empezando por los Kirchner, usted tendrá que palearse con Mujica, Correa, Rousseff, Maduro, Morales y otros presidentes porque ellos aceptan la igualdad social integral en la nueva cultura cuyos valores deben ser aceptados.

El tradicionalismo así dado en la Iglesia no puede continuar. Dicen que usted es un tradicionalista amanecerá y veremos, sin embargo, con métodos de este tipo es poco lo que puede hacerse por un mejoramiento de la vida.

Confundir la inteligencia y dislocar los sentimientos con ficciones gratuitas es una práctica miope de buscar la felicidad porque la pobreza no tarda en reivindicarse en una exaltación malsana, y, una moralidad unilateral obliga a seguir con las prácticas deplorables desde las Curias.
rcpuma061@yahoo.com

bergoglio entregador

Bergoglio Papa, una mala noticia

Por Rubén Dri

De 1959 a 1979 se vivió una etapa profundamente renovadora en la Iglesia Católica. Juan XXIII, elegido como papa de transición se da cuenta de que era necesaria abrir las puertas y las ventanas de una Iglesia encerrada en sí misma, y decide convocar a un Concilio para renovarla y ponerla en consonancia con los grandes problemas del mundo moderno.

Se vive entonces una verdadera primavera en la Iglesia que de una fortaleza encerrada en sí misma se transforma en un espacio abierto en el que surgen poderosas corrientes renovadoras que en América Latina se muestran con una gran fuerza que despierta esperanzas de liberación en los sectores populares.

La Iglesia a cuyo frente estuvieron los dos últimos pontífices, Juan Pablo II y Benedicto XVI, por el contrario, se construyó como una vuelta a la Iglesia sacerdotal del poder.

Todos los cardenales que tenían la posibilidad de formar parte de los electores del próximo Papa fueron elegidos por los dos últimos pontífices, de modo que nunca hubo la posibilidad de la elección de un candidato con un proyecto de Iglesia diferente al que conocemos. En este sentido, la elección de Bergoglio es más de lo mismo. Es la misma Iglesia de poder que se construyó en contra de la Iglesia de servicio que se había construido con el Concilio Vaticano II.

En ese sentido, cualquiera haya sido el elegido, la noticia no podía ser buena para quienes seguimos pensando en una Iglesia parecida a la que se construyó en le época del Vaticano II. Muchas veces se ha expresado que sería bueno que se eligiese un papa perteneciente a América Latina o, en general, al Tercer Mundo.

Pero lo que importa no es a qué país o continente pertenezca el Papa, sino cuál es el proyecto de Iglesia con el que llega al Vaticano y en ese sentido, la elección de Bergoglio no significa otra cosa que la legitimación de la Iglesia sacerdotal del poder que conocemos, realizada desde el tercer mundo. Es como la legitimación de la dominación que realiza el mismo dominado, fenómeno de sobra conocido.

Para nuestro país, por otra parte, esta elección tiene consecuencias preocupantes. Son conocidos los conflictos que el proceso del proyecto nacional y popular liderado por el kirchnerismo ha tenido con la jerarquía eclesiástica en los temas que la Iglesia siempre ha considerado como propios como son la educación, el matrimonio, la familia y, en general, todo lo que tiene que ver con los aspectos sexuales.

Está todavía fresco el enfrentamiento a raíz de la lucha por la Ley del Matrimonio Igualitario que el actual Papa presentó como una guerra de Dios, retrotrayendo el problema a las etapas más oscuras de la Inquisición y no mucho más lejos su actuación durante la dictadura cívico-militar genocida.

La Iglesia sacerdotal del poder hace mucho que ha dado la espalda al proyecto de liberador de Jesús de Nazaret. Todas las proclamas de humildad que se hacen desde el poder y la riqueza que muestra el Vaticano no hacen más que sonar a falso.

Bergoglio COMPLICE

Un ersatz

Horacio Verbitsky

Por Horacio Verbitsky

Entre los centenares de llamados y mails recibidos, elijo uno. “No lo puedo creer. Estoy tan angustiada y con tanta bronca que no sé qué hacer. Logró lo que quería. Estoy viendo a Orlando en el comedor de casa, ya hace unos años, diciendo ‘él quiere ser Papa’. Es la persona indicada para tapar la podredumbre. Es el experto en tapar. Mi teléfono no para de sonar, Fito me habló llorando.” Lo firma Graciela Yorio, la hermana del sacerdote Orlando Yorio, quien denunció a Bergoglio como el responsable de su secuestro y de las torturas que padeció durante cinco meses de 1976. El Fito que la llamó desconsolado es Adolfo Yorio, su hermano. Ambos dedicaron muchos años de su vida a continuar las denuncias de Orlando, un teólogo y sacerdote tercermundista que murió en 2000 soñando la pesadilla que ayer se hizo realidad. Tres años antes, su íncubo había sido designado arzobispo coadjutor de Buenos Aires, lo cual preanunciaba el resto.

Orlando Yorio no llegó a conocer la declaración de Bergoglio ante el Tribunal Oral Federal 5. Allí dijo que recién supo de la existencia de chicos apropiados después de terminada la dictadura. Pero el Tribunal Oral Federal 6, que juzgó el plan sistemático de apropiación de hijos de detenidos-desaparecidos, recibió documentos que indican que ya en 1979 Bergoglio estaba bien al tanto e intervino al menos en un caso a solicitud del superior general, Pedro Arrupe. Luego de escuchar el relato de los familiares de Elena de la Cuadra, secuestrada en 1977, cuando atravesaba el quinto mes de embarazo, Bergoglio les entregó una carta para el obispo auxiliar de La Plata, Mario Picchi, pidiéndole que intercediera ante el gobierno militar. Picchi averiguó que Elena había dado a luz una nena, que fue regalada a otra familia. “La tiene un matrimonio bien y no hay vuelta atrás”, informó a la familia. Al declarar por escrito en la causa de la ESMA, por el secuestro de Yorio y del también jesuita Francisco Jalics, Bergoglio dijo que en el archivo episcopal no había documentos sobre los detenidos-desaparecidos. Pero quien lo sucedió, su actual presidente, José Arancedo, envió a la jueza Martina Forns copia del documento que publiqué aquí, sobre la reunión del dictador Videla con los obispos Raúl Primatesta, Juan Aramburu y Vicente Zazpe, en la que hablaron con extraordinaria franqueza sobre decir o no decir que los detenidos-desaparecidos habían sido asesinados, porque Videla quería proteger a quienes los mataron. En su clásico libro Iglesia y dictadura, Emilio Mignone lo mencionó como paradigma de “pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni rescatarlas”. Bergoglio me contó que en una de sus primeras misas como arzobispo divisó a Mignone e intentó acercársele para darle explicaciones, pero que el presidente fundador del CELS alzó la mano indicándole que no avanzara.

No estoy seguro de que Bergoglio haya sido elegido para tapar la podredumbre que redujo a la impotencia a Joseph Ratzinger. Las luchas internas de la curia romana siguen una lógica tan inescrutable que los hechos más oscuros pueden atribuirse al espíritu santo, ya sean los manejos financieros por los que el Banco del Vaticano fue excluido del clearing internacional porque no cumple con las reglas para controlar el lavado de dinero, o las prácticas pedófilas en casi todos los países del mundo, que Ratzinger encubrió desde el Santo Oficio y por las que pidió perdón como pontífice. Ni siquiera me extrañaría que, brocha en mano y con sus zapatos gastados, Bergoglio emprendiera una cruzada moralizadora para blanquear los sepulcros apostólicos.

Pero lo que tengo por seguro es que el nuevo obispo de Roma será un ersatz, esa palabra alemana a la que ninguna traducción hace honor, un sucedáneo de menor calidad, como el agua con harina que las madres indigentes usan para engañar el hambre de sus hijos. El teólogo brasileño de la liberación Leonardo Boff, excluido por Ratzinger de la enseñanza y del sacerdocio, tenía la ilusión de que fuera elegido el franciscano de ancestros irlandeses Sean O’Malley, que carga con la diócesis de Boston, quebrada por tantas indemnizaciones que pagó a niños vejados por sacerdotes. “Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un papa diferente, un papa de una nueva tradición”, escribió el ex sacerdote. En la Silla Apostólica no se sentará un verdadero franciscano sino un jesuita que se hará llamar Francisco, como el pobrecito de Asís. Una amiga argentina, me escribe azorada desde Berlín que para los alemanes, que desconocen su historia, el nuevo papa es tercermundista. Menuda confusión.

Su biografía es la de un populista conservador, como lo fueron Pío XII y Juan Pablo II: inflexibles en cuestiones doctrinarias pero con una apertura hacia el mundo, y sobre todo, hacia las masas desposeídas. Cuando rece su primera misa en una calle del trastevere o en la stazione termini de Roma y hable de las personas explotadas y prostituidas por los poderosos insensibles que cierran su corazón a Cristo; cuando los periodistas amigos cuenten que viajó en subte o colectivo; cuando los fieles escuchen sus homilías recitadas con los ademanes de un actor y en las que las parábolas bíblicas coexisten con el habla llana del pueblo, habrá quienes deliren por la anhelada renovación eclesiástica. En los tres lustros que lleva al frente de la Arquidiócesis porteña hizo eso y mucho más. Pero al mismo tiempo intentó unificar la oposición contra el primer gobierno que en muchos años adoptó una política favorable a esos sectores, y lo acusó de crispado y confrontativo porque para hacerlo debió lidiar con aquellos poderosos fustigados en el discurso.

Ahora podrá hacerlo en otra escala, lo cual no quiere decir que se olvide de la Argentina. Si Pacelli recibió el financiamiento de la Inteligencia estadounidense para apuntalar a la democracia cristiana e impedir la victoria comunista en las primeras elecciones de la posguerra y si Wojtyla fue el ariete que abrió el primer hueco en el muro europeo, el papa argentino podrá cumplir el mismo rol en escala latinoamericana. Su pasada militancia en Guardia de Hierro, el discurso populista que no ha olvidado, y con el que podría incluso adoptar causas históricas como la de las Malvinas, lo habilitan para disputar la orientación de ese proceso, para apostrofar a los explotadores y predicar mansedumbre a los explotados.

bergoglo y los Gay

NO IMPORTA

María Rachid

Por: María Rachid.

( Ex presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Trans de Argentina )

Que se haya negado a presentarse a declarar varias veces en los juicios a los represores de la última dictadura, no importa. Que haya sido acusado como cómplice por los familiares de varias de las víctimas, no importa. Que se oponga y que haya obstaculizado activamente la implementación de la educación sexual para decidir, no importa. Que se haya opuesto al uso de preservativos para prevenir las infecciones de transmisión sexual y de anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados, no importa. Que haya sido un militante en contra del derecho a decidir sobre el propio cuerpo de las mujeres, no importa. Que haya avalado la política de encubrimiento de los pedófilos en la Iglesia Católica, no importa. Que haya expresado que el reconocimiento de los derechos de nuestras familias es un «plan del demonio» y que para oponerse había que desarrollar una «guerra de Dios», no importa. Tampoco importa que con todo esto haya generado dolor, sufrimiento, discriminación, violencia, enfermedad y muerte.Lo que importa es que es Argentino o Latinoamericano. Como si el Poder de la Jerarquía de la Iglesia Católica fuera ajeno al sufrimiento de nuestro pueblo. Bueno, quizás es ese Poder el que hace que algunos vean sólo que es Argentino, o latinoamericano.No me entristece, mucho menos me sorprende, que la Jerarquía de la Iglesia Católica haya elegido a tan fiel representante de las ideas que promueve como Institución (y no me refiero acá a sus fieles). Me sorprende y me entristece que quienes se definen como «revolucionarios» o al menos «progresistas» no puedan más que «celebrar» esta designación.

Bergoglio - Mujica

Sólo tenemos por decir: «Amen»

Por: Hebe de Bonafini

(Presidente de Madres de Plaza de Mayo)

Las Madres hace muchísimos años, casi desde el mismo momento en que comenzamos nuestra lucha, tuvimos relación solamente con los sacerdotes del tercer mundo.

Nosotras hicimos una lista de 150 sacerdotes asesinados por la dictadura, que la iglesia oficial calló y nunca reclamó por ellos. Las Madres hablamos de la iglesia oficial cuando nadie hablaba. La iglesia oficial es opresora pero la del Tercer Mundo es liberadora.

Seguimos teniendo relación solo con los sacerdotes del Tercer Mundo y sobre este Papa que nombraron ayer solo tenemos para decir: Amen.

Rayo en el vaticano

NO FESTEJEN GORILAS QUE…

LA REVOLUCIÓN Y LOS HÉROES REVOLUCIONARIOS NUNCA MUEREN!!!!

VIVIRÁS POR SIEMPRE COMPAÑERO HUGO CHÁVEZ!!!!

HASTA SIEMPRE COMANDANTE HUGO CHAVEZ!!!

Así estamos
consternados,
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles.

así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos irá pasando
la rabia quedará
se hará mas limpia

estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella

donde estés
si es que estás
si estás llegando

aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones

donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios

pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.
M. Benedetti.

 

CHÁVEZ POR SIEMPRE VIVO!!!

Homo Papa

Desde Barcelona

 

UNO En el principio era el Verbo y el Verbo era Renunciar. Y esto ya es demasiado, piensa Rodríguez. Porque Rodríguez aguantó con paciencia y elegancia eso de que los príncipes herederos de las monarquías “modernas” se casasen con la plebeya que más les calentara (en lugar de tenerlas de amantes mientras ellos posan para la foto junto a la “serena belleza” hemofílica de alguna Rigoberta IV de Syldavia) así como lo de la última de Batman con el hombre murciélago retirándose a vivir a Florencia junto a su gatita.

Pero lo de Benedicto XVI –aunque vuelva Bowie I– es la gota que colma el cáliz. Así cualquiera. Al Sumo Pontífice lo elige una suerte de cónclave Big Papa a puertas cerradas inspirado por el rayo de luz de la voluntad divina pero, parece, ahora es el propio hombre quien puede avisar que no va más. Que está cansado de cuerpo y alma. Que no tiene fuerza y que se le vaciaron los tanques de la vocación y del servicio espiritual. Que lo único que quiere ahora es retirarse a pensar en sus cosas –estar “escondido del mundo” y “desaparecido”, definiciones un tanto inquietantes– y que las monjitas de un monasterio cercano le avisen cuando está la comida servida. Sí, el Papa –“un pastor rodeado de lobos”, se apiadó alguien– está cansado de todo y de todos después de casi ocho años al frente del negocio que muchos definen hoy como “una barca que hace aguas”. Rodríguez también. Con la diferencia de que el náufrago Rodríguez no tiene negocio propio y sí tiene casi treinta y seis años menos que Josef Aloysius Ratzinger.

DOS Y, además, la ida de Benedicto XVI –¿cómo es posible que no la haya anunciado primero en su flamante Twitter?– le plantea a Rodríguez un problema táctico familiar. Su pequeño ya es más big o, por lo menos, medium; pero este Papa –cruza de Emperador Palpatine/Darth Sidious, Nosferatu y Mr. Burns– es lo único que le sigue funcionando a la hora de atemorizar a su hijo con un “Si te portas mal, esta noche vendrá Bene y…” Sumarle a esto lo sorpresivo de la noticia que ha puesto alertas y erectos a todo tertuliano televisivo y experto vaticano –Rodríguez vio a dos comentaristas casi llegando a los golpes porque uno se burló de “la palomita esa” del Espíritu Santo– trazando coordenadas que intersectan con cuestiones locales. Porque si dimite Benedicto XVI, ¿por qué no dimite Rajoy? O por lo menos el rey. ¿Ha perdido la fe Rafa Nadal? ¿Bárcenas está en todas partes como sagrado fantasma? Mientras tanto, el vicepresidente de la patronal española –al que agarraron pagando en negro, parece– dice que no renuncia, pero sí, muy papal, que se “retira a reflexionar sobre la vida misma”. Así, lo místico ha caído sobre lo cotidiano como el latigazo de ese más bien jupiterino relámpago que hizo temblar a la cúpula de San Pedro la noche del día del anuncio de “Se traspasa” y “Cambio de dueño”. Y entre tanta agonía y éxtasis, por supuesto, el recuento y recuerdo de otros papas que renunciaron hace siglos porque, comenta alguien en el estudio, “ésos eran tiempos en que renunciabas o te renunciaban”. Y –recordar al efímero Juan Pablo I– a Rodríguez no le queda del todo claro que esos tiempos no sigan siendo estos tiempos. Y que al gran inquisidor Benedicto XVI le hayan superado los escándalos de la (des)orden de los pederastas. O que le hayan desmoralizado las traiciones de su cuervo y las águilas y buitres aleteando por los pasillos de una Santa Sede. O que los aleteos de las acaudaladas alas ultraconservadoras ya no lo dejasen dormir en paz. O tal vez ya no pudo aguantar la noticia de la inminente salida de un nuevo best-seller de Dan Brown titulado Inferno y esta vez metiéndose con La Divina Comedia de Dante. Algunas “fuentes cercanas” confían en que Benedicto XVI no quería ofrecer el “espectáculo” que dio Juan Pablo II en sus últimos años –ese zombie en el balcón– que produjo terror pánico no al hijo de Rodríguez sino a Rodríguez. Una cosa –leyendo editoriales firmados por especialistas en historia religiosa– sí parece evidente: Benedicto no hizo muy bien su trabajo. Y –de tratarse lo suyo de un puesto ejecutivo en una multinacional– ya lo habrían puesto de patitas en la Piazza bajo pretexto de algún recorte de plantilla y todo eso. Para bien o para mal, por las buenas o por las malas, Benedicto XVI pronto estará no durmiendo con los peces pero sí –poca reforma y puesta al día para alguien que venía con patente de teólogo brillante y a quienes los más creyentes anunciaban como una suerte de secuela de Juan XXIII–- pastando junto al buey y al asno que él mismo desterró de los pesebres del mundo porque podía hacerlo, porque se le dio la divina y reverendísima gana.

TRES Y, por supuesto, a imprimir estampitas y a hacer apuestas acerca del próximo ocupante del trono de Pedro. A Rodríguez le gusta mucho el robusto y sonrosado Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York con aire de gangster irlandés listo para aplastar a la competencia. Pero Dios dirá y mucho cuidado con ese secretario privado: el apuesto padre Georg “George Clooney” Gänswein, reciente portada de la Vanity Fair italiana y, para muchos, “la persona más influyente en el Vaticano después del Santo Padre”. Mientras tanto y hasta entonces, superado el desconcierto de prelados españoles –que dijeron sentirse “como huérfanos” y que tiemblan por el laicismo local en ascenso, que es “como un jabalí destrozando la viña”–, en las filas del Partido Popular vuelven a sacar mantillas y peinetas. Y a reservar pasaje para Roma. Y, seguro, ya sueñan con traer rapidito al nuevo a algún fiestorro ecuménico con papamóvil. Celebraciones que siempre resultan una excelente oportunidad para hacer negocios turbios y meter la mano en la lata de las limosnas facturando de más. Y danos hoy nuestro pan de cada día, que de perdonarnos e indultarnos nos encargamos nosotros.

CUATRO ¿Está contento Rodríguez por todo esto? Ni sí ni no. Por un lado, más ruido y humo blanco. Por otro, hay cierta justicia poética –recordar los inolvidables pronunciamientos del Papa saliente sobre el aborto, el matrimonio homosexual, los métodos anticonceptivos y el peligro de las “sectas”, olvidando que el cristianismo no es más que, históricamente, una secta a la que le fue muy bien– en el hecho de que un retrógrado retroceda. Y que su legado no pase por el haber llegado a limpiar y cambiar las cosas sino por el haberse ido apenas pasando el plumero y barriendo debajo de la alfombra.

Pocos padres han tomado más veces en vano el nombre del hijo. Y Rodríguez lee que, días atrás, el actor Michel Piccoli se indignó por la cantidad de llamadas de periodistas preguntándole por la retirada del Papa con la sola excusa de “haber hecho” de Santo Padre en la película Habemus Papam, de Na-nni Moretti. “No soy el papa, soy un actor que hizo de papa”, gruño el francés. De acuerdo. Pero Piccoli olvida que Josef Aloysius Ratzinger también fue un actor que representó un papel en una obra que no baja de cartel, pero cambia de intérprete protagonista y de nombre y de número. Aunque el numerito siga siendo el mismo.

El show debe seguir.

Por los siglos de los siglos.

Amén.

Rayo en el Vaticano

La crisis de la cruz

 POR ALFREDO GRIECO Y BAVIO

No sólo fue el cansancio ni los problemas de salud, Benedicto XVI deja su cargo acorralado por las dificultades que sufre la Iglesia Católica. De las internas vaticanas a la falta de dinero. Qué características tendrá el nuevo Papa.

Más acá de su edad avanzada y de sus problemas de salud, la renuncia de Benedicto XVI al pontificado romano es una respuesta a la aguda crisis que vive la Iglesia Católica en el siglo XXI. El alemán Joseph Ratzinger, el antiguo combatiente de la Juventud Hitleriana, el catedrático universitario enemistado con los movimientos estudiantiles de la década de 1960, el prolífico teólogo que por veinte años fue Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio, ex Inquisición), el baluarte conservador de su antecesor el papa polaco Juan Pablo II, tuvo que admitir que ya no podía enfrentar la crisis apelando a los elementos más inertes de la tradición vaticana. En cambio, apeló a una decisión inesperada, que de por sí aporta un caudal de renovación a la Iglesia actual. Con su renuncia, anunciada el lunes, en vez de esperar a la muerte para sustituirlo, un cuerpo colegiado, formado por representantes de todo el mundo, tendrá la oportunidad de reunirse, de debatir el futuro de la Iglesia, y de elegir quién será el sucesor, obligadamente más joven, de Benedicto XVI, nacido en 1927. Con un optimismo que no a todos contagia, en el Vaticano consideran que los cardenales, reunidos en cónclave, podrán elegir al nuevo Papa ya en marzo.
Iglesia y Europa en crisis. Institución universal pero con sede romana, la Iglesia Católica ve agravada todavía más su propia crisis por la del continente y las instituciones europeas. Muchos de los países de Europa occidental más gravemente afectados son tradicionalmente católicos: España, Portugal, Irlanda, Italia, Francia. Cuando inició su pontificado en abril de 2005, el cardenal alemán Joseph Ratzinger, que eligió el nombre de Benedicto XVI, anunció como una de sus prioridades mayores la evangelización de Europa. Es difícil decir que la Iglesia Católica haya triunfado, o siquiera avanzado, en esta tarea que el nuevo Papa le proponía.
Menos fieles, menos fondos. La crisis de la Iglesia en el continente que, una vez convertido, por más siglos permaneció en el cristianismo, conoce varias vertientes. La actual crisis económica europea, con el empobrecimiento derivado de los cortes y recortes del gasto social, encontró en Benedicto XVI a un testigo que la deploraba, pero que permanecía silente, antes que a un luchador evangélico decidido en una activa “opción por los pobres”. En las décadas anteriores a esta crisis, el avance de la secularización y del laicismo había hecho que muchos fieles abandonaran la Iglesia por sus reclamos desoídos. A su entender, la jerarquía católica desatendía el mensaje evangélico de la tradición y creaba barreras y obstáculos socialmente conservadores a nuevas realidades sociales y vitales. En esos años, la Iglesia mostró una oposición más firme que razonada al matrimonio de los sacerdotes, a la contracepción, a la planificación familiar, a la interrupción voluntaria del embarazo, al avance de las mujeres en el culto y la liturgia, a la consagración de la unión de amor de parejas del mismo sexo. Si no todos aquellos católicos cayeron en el agnosticismo o aun el ateísmo, grandes y crecientes números entre ellos, sin embargo, dejaron por completo de practicar la religión en cuyos principios seguían creyendo, y por lo tanto dejaron de aportar al sostén del culto católico. En las nuevas potencias económicas emergentes, como Brasil –la nación más poblada de mayoría católica–, no existe todavía el precedente de que los fieles mantengan la vida a la Iglesia con sus donaciones: antes bien, habitualmente los pobres eran los que pedían y eventualmente recibían el asistencialismo eclesiástico.
Pederastia, secreto y cuchicheo. A Benedicto XVI le tocó enfrentar un tema heredado del pontificado anterior. El polaco Karol Wojtyla, el papa Juan Pablo II elegido en 1978, lideró una campaña para provocar el fin del comunismo y la caída del Muro de Berlín en 1989. Fue muy exitoso en esto, pero menos en atender una creciente ola de denuncias sobre violaciones y abusos sexuales de menores sobre todo en diócesis de países occidentales –en Europa, en Estados Unidos, en Canadá– pero también en México y América latina, y aun en Australia, donde las víctimas de la pederastia sacerdotal festejaron en las calles la renuncia de Benedicto XVI. El papa Ratzinger, sin embargo, estuvo comprometido en la lucha contra la pedofilia, más acá de los resultados. A veces, con medidas severas, que por su conservadurismo chocaron con otras fuerzas dentro de la Iglesia, como la de prohibir o trabar el ingreso de homosexuales a los seminarios, aun con la promesa de que serían célibes una vez consagrados sacerdotes. Las luchas por combatir la pedofilia y por investigar los abusos pasados no se vieron coronadas por grandes éxitos. Le crearon al Papa empecinado en “limpiar la mugre” muchos enemigos poderosos –y muchos vaticanistas en la prensa europea mencionan a estos enemigos entre las causas de la renuncia de Benedicto XVI–. Pero también le generaron a la Iglesia pérdidas millonarias en resarcimientos a las víctimas. En Estados Unidos, uno de los países donde se encuentran las diócesis más prósperas del catolicismo y las que más dinero aportaban al funcionamiento de la Iglesia, se gastaron más de dos mil millones de dólares en juicios e indemnizaciones. En Alemania, el otro país de opulentas diócesis católicas, y de millonarios gastos en investigación, la colaboración de la Iglesia con una comisión criminológica independiente terminó en una impasse si no un fracaso rotundo. Con lo que a la crisis económica en Europa y en Estados Unidos, que redundaron en “bajas recaudaciones” para la Iglesia, se sumó el hecho de que lo recaudado debía destinarse a pagar a víctimas, quienes se quejaban de décadas de abuso y cultura del secreto en el seno de una institución que sólo a medias reconocía esas culpas, y que ofrecía remedios que sólo podían parecer a la vez tardíos y fragmentarios a aquellos hechos que había ocultado con una disciplina que ahora faltaba para dar una nueva y convincente imagen global que reflejara un cambio íntimo.
Filtraciones e internas salvajes. Si la Iglesia Católica ha enfrentado una crisis en sus relaciones con el mundo del siglo XXI, también se ha visto atravesada por otra revolución, no menos violenta, pero de la que en el exterior se conoce menos. Las filtraciones de las internas vaticanas, de las luchas tanto entre descarnados intereses y grupos de poder como entre genuinas corrientes religiosas e ideológicas, se hicieron conocer en los últimos dos años a través del escándalo llamado VatiLeaks, que terminó con la tímida condena de un mayordomo del Pontífice, en la que ningún vaticanista coincidió en que revelara nada significativo sobre cuanto había ocurrido. Hasta algunos de los más privados documentos del Papa y de su secretario, el deportivo Georg Gaenswein, fueron dados a conocer a la prensa y a periodistas que publicaron libros con ellos. Según muchos de los personajes eclesiásticos que hicieron así publicar estos documentos privados, que hablaban desde vínculos de la Iglesia con el poder político, con diversas mafias, con diversos bancos –sin excluir las desdichas y sospechas de la propia banca vaticana–, obraron movidos por el deseo de salvar a Benedicto XVI, un intelectual, un teólogo en un mundo despiadado, antes que por el de hundirlo. En todo caso, parece poco difícil de negar, como dicen los medios europeos y de Estados Unidos, que esas publicaciones estuvieron entre los motivos que tuvo en cuenta el Papa para presentar su renuncia: si no cayó en manos de sus enemigos, como algunos sostienen que murió Juan Pablo I en su breve pontificado en 1978, envenenado o asfixiado por la mafia, sin embargo tampoco se impuso a ellos.
El enigma de la sucesión. Por fuera de las reacciones de sorpresa o especulación ante los motivos de la renuncia papal, comenzó otro tipo de elucubración. “¿Quién será el sucesor de Benedicto XVI?” o al menos “¿Cuál será el perfil, conservador o progresista, del nuevo Papa?”, se repetían diarios y medios especializados, en preguntas a vaticanistas que la televisión europea, sobre todo, repetía. La noción, o la esperanza, de que sea un progresista quien lo suceda, parecían imponerse. Sobre el origen geográfico del cardenal más “papable” había menos pistas. Porque una paradoja rige esta cuestión. Si bien sería “progresista” que el candidato proviniera de América latina o África o aun Asia, la Iglesia en estos continentes es más conservadora que en Europa o Estados Unidos o Australia.
La hora latinoamericana. En la historia del catolicismo en el siglo XX, América latina está ligada a la “Teología de la Liberación”. En la década de 1970, sus impulsores y defensores celebraban las bodas de principios de la izquierda política con la fe católica, y chocaban frontalmente con las corrientes de la Iglesia unidas a las oligarquías industriales y terratenientes del continente. También el papa Benedicto VXI tuvo sus diferencias profundas con los teólogos de la Liberación. Cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe combatió enérgicamente a los representantes de esa corriente. Pero América latina no deja de ser uno de los bastiones de la Iglesia. El Vaticano lo sabe. Cerca de un 40 por ciento de los 1.200 millones de católicos proceden de la región. Con una población católica de casi el 65 por ciento, Brasil es en términos absolutos la nación con la mayor cantidad de católicos. Con su tren de vida, no siempre los brasileños siguen al pie de la letra las normas formales del catolicismo, lo que puede hacer desesperar a algunos creyentes conservadores.

La decisión sobre el sucesor de Benedicto XVI se conocerá cuando salga la fumata blanca de la Capilla Sixtina, pero las especulaciones sobre candidatos y cardenales procedentes de América latina ya están en marcha. En Brasil, el cardenal Odilo Pedro Scherer es uno de los aspirantes con más posibilidades. El arzobispo conservador de San Pablo, de 63 años, dirige una de las diócesis católicas más grandes del país. En la Argentina se menciona el nombre del cardenal de la curia romana Leonardo Sandri, de 69 años, que fue nombrado en 2007 prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. El diario brasileño O Globo citó al cardenal suizo Kurt Koch señalando: “Sería bueno que en el próximo cónclave haya candidatos de África y América latina”.
 
Un Vaticano, dos Papas. Sea quien fuere elegido Papa en el próximo cónclave, el 28 de febrero comienza en Roma, en la Ciudad del Vaticano, un período de sede vacante en el trono de San Pedro. La última vez que ocurrió fue hace seis siglos, con Celestino V. En la Edad Media, los tiempos no estaban preparados para esta forma de sucesión apostólica: como muchos de sus contemporáneos, el poeta florentino Dante Alighieri condenó esta opción y colocó a Celestino en el “Infierno” de su Divina Comedia. Y a partir de elección del sucesor de Benedicto XVI, en el exiguo territorio del Vaticano, el más pequeño del mundo, convivirán por primera vez dos Papas, el actual y el anterior.

Documento: Carta de Hans Küng a obispos del

mundo, ante crisis de credibilidad de la Iglesia

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En abril de 2010, con motivo del quinto aniversario de la elección del Papa Benedicto XVI, el teólogo suizo Hans Küng, escribó una carta abierta en la que manifestó su preocupación por que la «crisis de credibilidad» de la Iglesia en nuestros días.

“Carta abierta a los obispos católicos de todo el mundo”

Por Hans Küng

Periódico Reforma,  16 Abril 2010

Estimados obispos,

Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, y yo fuimos los teólogos más jóvenes en el Segundo Concilio Vaticano desde 1962 hasta 1965. Hoy en día somos los de más edad y los únicos aún completamente en activo. Siempre he entendido mi labor de teólogo como un servicio a la Iglesia Católica Romana. Por esta razón, en la ocasión del quinto aniversario de la elección del Papa Benedicto XVI, les hago este ruego en una carta abierta. Al hacerlo, estoy motivado por mi profunda preocupación por nuestra Iglesia, que hoy se encuentra en la peor crisis de credibilidad desde la Reforma. Por favor, disculpen la forma de una carta abierta; desafortunadamente, no tengo otro modo de ponerme en contacto con ustedes.

Mis esperanzas, y las de tantos católicos, de que el Papa pueda encontrar su manera de promover la renovación continua de la Iglesia y la reconciliación ecuménica en el espíritu del Segundo Concilio Vaticano desgraciadamente no han sido cumplidas. Su pontificado ha dejado pasar cada vez más oportunidades de las que ha aprovechado: se perdieron las oportunidades para el acercamiento con las iglesias protestantes, para la reconciliación a largo plazo con los judíos, para un diálogo con los musulmanes en una atmósfera de confianza mutua, para la reconciliación con los pueblos indígenas colonizados de Latinoamérica y para el suministro de asistencia al pueblo de África en su lucha contra el sida. También se perdió la oportunidad de hacer del espíritu del Segundo Concilio Vaticano la brújula para toda la Iglesia Católica.

Este último punto, mis respetados obispos, es el más serio de todos. Una y otra vez, este Papa ha añadido condiciones a los textos conciliares y los ha interpretado contra el espíritu de los padres del concilio:

Ha vuelto a recibir a los obispos de la tradicionalista Sociedad de Pío X en la Iglesia, sin ninguna condición previa;

· Promueve la misa tridentina medieval por todos los medios posibles;

· Se rehúsa a poner en vigor el acercamiento con la Iglesia Anglicana, que fue trazado en documentos ecuménicos oficiales por la Comisión Internacional Católica Romana-Anglicana;

· Ha reforzado activamente a las fuerzas anticonciliares en la Iglesia al nombrar a funcionarios ultraconservadores para puestos clave en la curia y nombrar a obispos reaccionarios alrededor del mundo.

Y hoy, además de estas muchas crisis, surge una serie de escándalos que claman al cielo: la revelación de que varios clérigos abusaron de miles de niños y adolescentes en todo el mundo. Para empeorar las cosas, el manejo de estos casos ha dado origen a una crisis de liderazgo sin precedentes y a un colapso de la confianza en el liderazgo de la Iglesia. Las consecuencias para la reputación de la Iglesia Católica son desastrosas. Importantes líderes de la Iglesia ya han admitido esto. Numerosos pastores y educadores inocentes y entregados a su labor están sufriendo bajo el estigma de sospecha que ahora cubre a la Iglesia.

Ustedes, reverendos obispos, deben hacer frente a la interrogante: ¿qué pasará con nuestra Iglesia y con sus diócesis en el futuro? No es mi intención bosquejar un programa de reforma para la Iglesia. Sólo quiero presentarles seis propuestas que, estoy convencido, son apoyadas por millones de católicos que no tienen voz en la actual situación.

1. No guardar silencio: al guardar silencio frente a tantos graves agravios se manchan a sí mismos con la culpa. Cuando crean que ciertas leyes, directrices y medidas son contraproductivas, deben decirlo en público. ¡Envíen a Roma no manifestaciones de su devoción, sino más bien llamados a la reforma!

2. Emprender la reforma: demasiadas personas en la Iglesia y en el episcopado se quejan de Roma, pero no hacen nada ellos mismos. Ya sea un obispo, un sacerdote, un lego o una lega, todo el mundo puede hacer algo para la renovación de la Iglesia dentro de su propia esfera de influencia. Muchos de los grandes logros que han ocurrido en las parroquias individuales y en la iglesia en general deben su origen a la iniciativa de un individuo o de un pequeño grupo. Como obispos, deben promover y apoyar dichas iniciativas y, particularmente en vista de la presente situación, deben responder a las justas quejas de los fieles.

3. Actuar en una manera colegial: contra la persistente oposición de la curia, el Segundo Concilio Vaticano decretó la colegialidad del Papa y de los obispos. En la era post-conciliar, sin embargo, el Papa y la curia han ignorado este decreto. Sólo dos años después del concilio, el Papa Pablo VI dio a conocer su encíclica defendiendo la controvertida ley del celibato sin consultar a los obispos en lo más mínimo. Desde entonces, la política papal y el magisterio papal han continuado actuando en la vieja y poco colegial manera. Ésta es la razón por la que no deben actuar solos, sino más bien en la comunidad de los otros obispos y de los hombres y mujeres que constituyen la Iglesia.

4. Sólo Dios merece obediencia incondicional: pese a que en su consagración episcopal tuvieron que prestar un juramento de obediencia incondicional al Papa, ustedes saben que nunca se le puede tener obediencia incondicional a ninguna autoridad humana; sólo Dios es merecedor de ella. Por este motivo, no deben sentir que su juramento les impide hablar la verdad sobre la crisis actual que enfrenta la Iglesia, su diócesis y su país. Presionar a las autoridades romanas en el espíritu de la fraternidad cristiana puede ser permisible e incluso necesario cuando no cumplen con las expectativas del espíritu del Evangelio y su misión.

5. Trabajar en pos de soluciones regionales: con frecuencia, el Vaticano ha prestado oídos sordos a las demandas bien fundadas del episcopado, los sacerdotes y el laicado. Esto es aún mayor motivo para buscar soluciones regionales sabias. Como ustedes bien saben, la regla del celibato, un legado de la Edad Media, representa un problema particularmente delicado. En el contexto de los actuales escándalos de abusos clericales, la práctica es cada vez más cuestionada. En contra de la voluntad expresa de Roma, un cambio difícilmente parecería posible; aun así, esto no es motivo para una resignación pasiva. Sería mejor, no obstante, buscar una solución para toda la Iglesia; por lo tanto:

6. Convocar a un concilio: así como la obtención de la reforma litúrgica, la libertad religiosa, el ecumenismo y el diálogo interreligioso requirieron un concilio ecuménico, ahora también es necesario un concilio para solucionar los problemas dramáticamente intensos que ameritan una reforma. En el siglo previo a la Reforma, el Concilio de Constanza decretó que se debían realizar concilios cada cinco años. Sin embargo, la Curia Romana se las ingenió para sacarle la vuelta a este fallo. Por lo tanto, depende de ustedes promover el llamado a un concilio o, por lo menos, a una asamblea representativa de obispos.

Con la Iglesia en una crisis profunda, ésta es la súplica que les hago, venerables obispos: pongan en acción la autoridad episcopal reafirmada por el Segundo Concilio Vaticano. En esta situación apremiante, las miradas de todo el mundo se vuelven a ustedes. Un sinfín de personas ha perdido su confianza en la Iglesia Católica. Su confianza sólo se podrá recuperar si lidian abierta y honestamente con estos problemas y ejecutan con determinación las reformas necesarias. Con el debido respeto, les ruego que hagan su parte con “intrepidez” apostólica (Hechos 4:29, 31). Den a sus fieles esperanza y aliento y brinden a nuestra Iglesia una brújula para su dirección futura.

Con cálidos saludos en la comunidad de la fe cristiana,

Quedo de ustedes,

Hans Küng*

*El autor es ciudadano suizo, profesor emérito de teología ecuménica en la Universidad de Tubingen, en Alemania. Es presidente de la Global Ethic Foundation y autor de más de 50 libros.

Traducción: Ma. de Jesús Pérez y Enrique Huerta.

 

¿Cómo hacen estos tipos?

Hay una nueva raza de saqueadores de Supermercados que se movilizan en 4×4 y se alimentan con electrodomésticos . . .

Delsio Evar Gamboa

 

 

 

 

 

 

Opinión de Delsio Evar Gamboa

Los clásicos chin chin de Año Nuevo son una tentación para proponer un balance de lo que ha sido este auspicioso año. No es la pretensión de este modesto mirón del sainete humano pergeñar un anuario que  resultaría tedioso. Quien quiera, puede revisar el nutrido archivo de notas publicadas para revivir los momentos más significativos del año que ya entonó la polka del espiante. Además, los profesionales de los medios “independientes” han ofrecido sus maledicientes opiniones acorde a sus intereses, muy distintos por cierto a los de este comedido servidor que, como el Jacinto Chiclana de Borges, “capaz de no alzar la voz pero jugarse la vida” . . . Sin embargo, y a riesgo de caer en especulaciones de carácter subjetivo algo se puede intentar: hechos destacados, profecías autocumplidas, actos fallidos, impresiones y evocaciones sin dejar de lado los más recientes como cuentas de un imaginario rosario.

Amenazas de desestabilización inducidos por parte de expertos en saqueos Vip el 19 y 20 de diciembre, que de tan burdos recibieron su condigno repudio. Se detuvo a centenares de personas, pero en estos casos es inútil pegarle al chancho para que declare quién es el dueño. Es chancho y hace chanchadas, nos gusten o no. Los desmanes fueron organizados y ya se sabe por quiénes. El intento de generar una insurrección generalizada fracasó estrepitosamente. El Gobierno lo superó sin mayores sobresaltos y su consecuente fortalecimiento es la mejor prueba de parte.

La estrategia de “Fabriquemos un diciembre tipo 2001” no salió del todo bien; no hubo revuelta general, no se consiguió la cantidad de muertos esperados, ni masas que avanzaran triunfantes hacia la Casa Rosada dispuestas a expulsar a la odiada dictadora. Sí hubo saqueos, personajes ligados a la oposición y unidos a la maniobra golpista y un posicionamiento general de la prensa no monopólica contraria a la violencia organizada. Poca ganancia y mucha pérdida para los intereses de MoMoMi Inc. -Moyano-Momo-Micelli & co.-, la flamante empresita destituyente en cuyo accionar centra sus esperanzas la derecha ultraneoliberal de la Argentina y su socios mediáticos, Clarín, La Nación y demás secuaces.
No pegan una pero sonríen, satisfechos de, al menos, haber demostrado a sus pares cómo hacer para introducir la violencia en un país que no la necesita. Consuelo de giles. Con estas maniobras cualquier día caen en cana y ahí los quiero ver. Lo están buscando, lo están mereciendo y lo van a encontrar.
No hay calificativos componedores para aplicarles. La memoria popular les guarda un lugar en la letrina de los traidores. Son residuos excrementicios que prefieren unirse a los intereses de la peor oligarquía antes de reconocer las prerrogativas de un modelo que los supera.

Si los saqueos son la consecuencia de la miseria, o de la pobreza reinante como arguyen, uno se pregunta porque no existen, o no los hubo en las provincias más pobres, por ejemplo Jujuy, Salta, Formosa, Santiago Del Estero, Catamarca, La Rioja.
Resulta también paradójico que los hubiera en la Pcia. de Bs. As. donde el gobernador Scioli, según encuestas, tiene un alto grado de aceptación popular, o en Santa Fe donde según los medios dominantes hay una especie de gobierno ejemplar.
Entonces, si los saqueos no tienen que ver con la cuestión social, tampoco con la gestión gubernamental, vale preguntarse porque se producen. Responden a cuestiones políticas, y se trata de intentos desestabilizadores que tuvieron un claro desencadenamiento que tiene que ver con la ley de medios. El grupo monopólico no puede seguir gambeteando su incumplimiento, está contra las cuerdas, casi grogui y en consecuencia al verse acorralado está tirando las últimas trompadas al aire y antes del knock out apela a cualquier cosa.

Esta claro que aquí hubo una conjunción de intereses vehiculizados por los opositores y allí es donde aparece el duhaldismo ofreciendo sus “servicios especializados” -ya los utilizó contra Raúl Alfonsín y De la Rúa-, esta cuestión no es nueva, su naturaleza es una especie de lopezrreguismo de estos tiempos; ellos se proponen como último sostén del orden establecido en el nombre de la paz, el diálogo y el consenso. Su caballito de batalla en la campaña, era el  armisticio a los genocidas, por eso Duhalde fue el candidato del establishment.

Para Hermes Binner y su “lúcida” lectura, los saqueos en 4×4 del 19 y 20 de Diciembre fueron el resultado de “una división muy profunda entre aquellos que tienen acceso a comprar todo lo que tienen por delante y los que se dedican a delinquir en forma directa». Sin embargo, al referirse a los ocurridos en Rosario, se le mezclaron los tantos y entró en una grave contradicción con lo que había declarado antes, lo que  no es una metáfora paradojal ciertamente: “en Rosario los asaltos tuvieron muy poco que ver con la necesidad de la gente. Tenemos relevados supermercados que fueron saqueados exclusivamente a donde estaban los electrodomésticos”. Si los saqueos no fueron producto de la necesidad como once años atrás, quiere decir que la situación mejoró y que lo del populismo, la fragmentación, las prebendas, el resentimiento consumidor y todo lo demás es sólo un cóctel indigesto cuyo único fin es negar la realidad. Eso sí, por las dudas, evitó las hipótesis conspirativas para no quedar mal con cualquier posible aliado electoral porque sabe que le será muy difícil escalar la montaña de votos que lo separan de Cristina.

A Hermes Binner ya le dicen “Duermes” Binner, porque cuando despereza alguna crítica hacia el Gobierno Nacional desconcierta a propios y extraños. Eso sí, jamás se sabe desde dónde habla ni hacia dónde apunta su desorientación. “Las políticas populistas no evitan la fragmentación social ­y sólo puede superarse promoviendo el trabajo y el estudio”. Por supuesto, en sus dubitaciones no existe reconocimiento alguno de los logros alcanzados, como el número de escuelas inauguradas desde 2003, la recuperación del empleo o las medidas de inclusión. Menos aún las groseras presiones que ejercen los grandes grupos económicos. En su adormilado pensamiento político no hay sustento, sólo bostezantes consignas superficiales e insípidas. ¿Será por eso que detrás de él se adivina el fantasma de De la Rúa?

El momo Benegas, Barrionuevo y ahora el moyanismo operan como los punteros del proyecto golpista, son los que ponen el “aparato”, a esto se le suma la izquierda tilinga, que por ceguera ideológica siempre fue funcional a los intereses de la derecha apátrida.
Se trata de una escalada desestabilizadora. No hay dudas. Para enumerar algunas cuestiones vale recordar el conflicto con las fuerzas de seguridad de la Prefectura y la Gendarmería. El tema de la fragata, en donde resultó absolutamente extraño que la misma haya recalado en Ghana. El de los fondos buitres en donde operaron cipayos locales, los cacerolazos, la huelga de Moyano y Micheli, la movilización del 19; todas estas situaciones de neto corte destituyente fueron resueltas por el gobierno nacional y las medidas de fuerza mostraron cada vez más su debilidad, por lo que la ultima opción -una especie de plan B- fue la de crear el caos, la ingobernabilidad, con la vieja consigna de “cuanto peor, mejor”.  
Estaban seguros de que al armar ciertos focos puntuales y bien aleccionados por los medios hegemónicos se iba a obtener un efecto contagio. En la medida que el gobierno no pudiera, por aplicación de la política de no represión a la protesta social controlar los primeros embates, eso produciría cierta impunidad que alentaría a grupos marginales a participar de los desmanes.

La izquierda delirante realizaría su utópico argentinazo, pero en la realidad, de tener éxito, sería la más rancia oligarquía la que terminaría tomando el poder como lo ha hecho siempre a través de la historia.

La cosa no sucedió como la planearon, aparecieron los focos, pero no se dio ni por asomo el efecto cascada que pretendían, porque el gobierno procedió de inmediato, advirtiendo a la ciudadanía que eso no se trataba de una protesta social, sino de actos de vandalismo organizados con intención destituyente, pero fundamentalmente porque las condiciones objetivas, o sea la miseria, y marginalidad que agitan no existe, simplemente porque no estamos como en el 2001 precisamente . . .

El problema es que esta gente está en un callejón sin salida. No pueden proponer nada porque el gobierno siempre va adelante con políticas activas que los dejan sin discurso. Sólo les queda salir con propuestas de derecha pero saben que con eso están perdidos. Entonces tienen que recurrir al palo en la rueda y a Clarín para que les exorbite sus cuitas . . .

No obstante, el listado completo de los logros de este año seguramente a esta altura ya no tiene dimensión ni cuantía. Pero hay un hecho que resume todo: los conspiradores seriales están cada vez más expuestos, en vivo, en directo e in vitro junto a sus cómplices y voceros en irreversible caída libre. Y también están los idiotas útiles de siempre que, por ingenuidad o desmemoria, terminan haciéndole el juego a los que quieren volver al tenebroso pasado. ¡Ojo que mucha de esa gente que uno piensa que es tilinga, si se la mira con detenimiento confirma las sospecha! No son energúmenos. Sólo sostienen frases de energúmenos por falta de reflexión fina. Y es bueno saberlo para no “avestruzar el horizonte”, como diría una amiga.

Esto no lo pasa la tele por supuesto, aunque en realidad nunca se sabe si las cosas realmente pasan, o si sólo pasan cuando la tele lo pasa . . .

Y uno que se resiste a aceptar que da lo mismo ser derecho que traidor, está seguro que al final todo va a salir bien, y si aún no ha salido bien del todo, es porque todavía no es el final.

Por eso, a todos, les deseo un prospero 2013. Con 12 meses buenísimos, 52 maravillosas semanas, 365 días bárbaros, 8760 horas a pura emoción y 525600 minutos plenamente felices!!!

SAQUEOS 2001 2012

 

¡A los que le desean la muerte, La Presidenta les augura felicidad y larga vida para que puedan seguir disfrutando cada vez más de esta hermosa realidad que entre todos se está construyendo en esta nueva Argentina!!! . . .

 

Delsio Evar Gamboa

 

 

 

 

 

Opinión de Delsio Evar Gamboa

¡Marche una de teflón para Darín! . . .

El año que feneció nos dejó una nueva categoría social: el cacerolero. Este término no hace referencia sólo a quienes se manifiestan con esos sufridos utensilios de cocina para demandar  soluciones ante cualquier problema. Si bien la palabra está relacionada con el instrumento utilizado para hacer barullo, pone el énfasis en el individuo que lo porta y lo aporrea, y en el blanco de su protesta. Y no sólo cuando ejecuta su ensordecedora e inconsistente demanda como hemos visto, sino durante todo el año. El que es cacerolero no necesita una de teflón para llamar la atención. Se lo reconoce a primera vista.

Una de las características más notorias de este personaje es la de estar absolutamente siempre en contra, aunque sin tener en claro de qué ni por qué. A la vez, achacarle todas las culpas de lo que pasa al gobierno sin reconocerle un sólo mérito. Todos son víctimas inocentes de los “caprichos” de la Primera Mandataria, ya sean buitres, cuervos, hienas, caranchos o cualquier otra especie carroñera. Para el cacerolero no hay golpistas, explotadores, evasores, especuladores, sino un gobierno que se enoja con todos por pura belicosidad. Para el fanatizado, las cosas se deben transformar por milagro, sin conflictos y a la perfección. Toda modificación del statu quo va a generar descontentos, afectados y reacciones.

Durante los años del salvaje neoliberalismo, la pobreza creciente convirtió en vulnerables a millones de ciudadanos. Pero, para los defensores del embelesamiento mediático y el Poder fáctico en las sombras, sólo era el resultado de la globalización y no un genocidio económico-social, como el que ocurre hoy en Europa. La cínica frase de Menem “estamos mal, pero vamos bien” sintetiza el espíritu de aquella época atroz. La pobreza, la desocupación, la ruina del Estado, el desguace del país, la exclusión en todas sus manifestaciones más siniestras y la infinitud de la maldad. Sin embargo las cacerolas estaban bien guardadas!!! . . .

En la polémica entrevista realizada por la revista Brando del diario La Nación, el imponderable Ricardo Darín simboliza a un cacerolero en toda su endeblez. Sólo le faltó repetir “les dan casa, comida, ropa, colegio . . . y hospital”. Después de verter vacías y agresivas generalidades  irrespetuosas -como todo cacerolero- a la figura presidencial, se victimiza hasta el éxtasis cuando alguien se atreve a formularle una réplica. El cacerolero tiene una obsesión que le aporta certeza: la desconfianza. En eso basa toda su argumentación que es de un nimiedad groseramente pueril. Sin aptitud política, ni elaboración intelectual, ni capacidad de abstracción ante la resignificación de la realidad . . .

Darín no es un argentino más, es un actor famoso que sabe muy bien que cualquier declaración suya tendrá inevitablemente estrepitu fori.  Seguramente lo traicionaron los reflejos de la época neoliberal donde un exitoso podía decir cualquier cosa que nadie se animaba a retrucarle. Pero ocurrió que la Presidenta es distinta y tiene estas cosas, esos impulsos de enviarle una carta abierta que, como no podía ser de otra manera, el dispositivo mediático y su correlato de opositores anodinos pretenden transformar en un ataque despiadado desde las más altas esferas del poder.
En realidad, de lo que se trata es de separar al artista del ciudadano. Darín es un actor pero eso no tiene nada que ver con sus opiniones a título personal. Entonces se tiene que bancar la reacción de Cristina que, en su cálida pero contundente réplica, no exenta de respetuosidad, ironía, humor, sutilezas y gran manejo de la expresión porque tanto sus notas como sus discursos nunca son de ocasión ni de catálogo y siempre dejan huella en quienes las leen o escuchan, aunque haya algunos que no entienden o no quieren entender como en este caso, donde sin dejar de elogiarlo, y de manera muy cordial y precisa, pone las cosas en su lugar cuando, por ejemplo, le dice que ningún político ha sido tan investigado con tanta saña como ella y su extinto marido.

Lo que traiciona a Darín es ese berretín de quedar bien con Dios y con el Diablo, ese “neutralismo”, esa búsqueda del empate opinativo. En momentos donde hay una oposición que con tal de hacer fracasar al gobierno se pone del lado de los kelpers, de los fondos buitres y de todo el que ataque a la Argentina, donde pujan dos modelos de país diametralmente opuestos:  el que hace diez años nos mandó al infierno, y el otro que nos sacó. Quien no entienda esto no entiende nada. Las cartas están echadas y ya no hay “juego chico”. Evita hizo la primera con el ancho de bastos; Néstor puso el 7 bravo y Cristina tiene el as de espadas. En la política como en el truco es así . . . y ganan los que han sabido obtener más porotos- Los que como Darín tienen mucho cartel son los que deben entenderlo si no quieren quedar pedaleando en el aire. No basta con ser un tipo fachero, piola y divertido.

Por eso las declaraciones del laureado actor están muy lejos de considerarse objetivas. Sus dichos en esa entrevista se basan en argumentos propios del libreto de la derecha más ortodoxa.  “Desde afuera se ve que estamos en el fondo del mar. Yo quiero que se llame a una reconciliación”.  Eso es propio de los titulares y editoriales de los medios monopólicos. Si estamos en el fondo del mar, ¿dónde estábamos en 2001?. ¿Será un síntoma de alzheimer?

Conceptos inconsistentes y desconcertantes. Detrás del abuso de las expresiones de tono coloquial, hay un ninguneo hacia toda forma de convivencia democrática. “No se nos permite pensar fuera de lo establecido. Te dicen lo que tenés que pensar y en qué dirección, y si no estás de acuerdo, sos un hijo de puta”.  En primer lugar, ni el régimen más totalitario ha logrado jamás conocer y menos aún controlar el pensamiento de los ciudadanos sometidos. Por lo tanto, eso de “no se nos permite pensar” no resiste el menor análisis y no es más que una repetición de las falacias que recitan a diario los loros mediáticos. En segundo lugar, nadie le dice a nadie lo que tiene que pensar. Compartir ideas con los que fueron cómplices, beneficiarios y apologistas de la dictadura y que aún lo siguen siendo, no es el mejor camino al consenso y la confraternidad.

“Porque es tan loco plantear ciertas actitudes intempestivas y anacrónicas como creer que porque te votó el 54%, te la mandé a guardar, bancátela, y te la tenés que fumar».  Curiosa manera de definir la legitimidad que otorga la soberanía popular a un proyecto que ha demostrado ser exitoso. Su sobreactuada neutralidad tiene patas cortas: “a mí me preocupa esto de que tenés que ser de uno o de otro. No tener derecho a tener una posición diferente”. Aquí no hay teléfono descompuesto -la excusa a la que echó mano después- ni nada por el estilo, sino un alineamiento indisimulable con la manipulación multimedial. Que se quede tranquilo, nadie va a obligarlo a nada. Ni siquiera a respetar a una indiscutible mayoría que se identificó con una propuesta que transformó como nunca nuestro presente y augura un futuro mucho mejor.

Presidentes hubo con muchísima fortuna de dudosa procedencia que se robaron todo y encima devastaron al país. Pero el actor nunca hablo de eso. Ahora le preocupa “el crecimiento patrimonial de los Kirchner”, que fue declarado y está a la vista de todos. Cuando dice “somos un país niño: necesitamos un papá. Necesitamos a alguien que nos diga cómo se tienen que hacer las cosas” aparece la agenda neoliberal: la no intromisión del Estado en la economía. Tal vez, para alguien que ha sido mimado por el éxito desde muy joven, resulta inconveniente un Estado regulador. Un Estado que no es un papá, sino un garante de las relaciones en beneficio de los más vulnerables; un impulsor del desarrollo con inclusión; un escudo para los abusos de los poderosos.  Quizá el país adulto que propone el destacado artista sea el de la ley de la selvadonde el más grande se come al más chico, y que tanta ruina nos trajo. Por eso no hay memoria en los conceptos de Darín. Da la impresión de que el galán cinematográfico miró los créditos donde aparece y no la película completa de la Argentina actual.

La lógica, la honestidad y un mínimo rigor intelectual son una carga insoportable para quien está acostumbrado a hablar sin fundamento a la espera del aplauso. En el fondo para él, como para todos los cacerolos, el derecho a réplica del otro es sólo “dictadura”. En Argentina cualquiera con acceso a la impunidad de un micrófono opina sobre lo que sea como si tuviera autoridad y lo peor es que mucha gente le cree.

La impecable respuesta de Cristina no es sólo a Darín, que actuó como un comedido a la bartola, sino a ese segmento hostil de la sociedad para que se despoje de falsos prejuicios y enfermiza envidia. La carta de Cristina fue digna, serena, afectuosa y mesurada.

A la Presidenta le pueden gritar las injurias más feroces, pero claro, debe poner la otra mejilla, guardar silencio, no tiene que contestar porque si lo hace es como que intimida, vio!.

Nada le impide a Darín, ni a nadie decir lo que se le antoja. Lo que no se puede evitar es que le contesten y lo dejen frente a su propia y desnuda insensatez. Justamente él, que con una historia de coches con franquicias para discapacitados, tiene un pasado que no lo habilita precisamente para arrojar la primera piedra . . .

darin cfk

 

 

 


Por Ricardo Forster

La Justicia y sus dilemas

“…sostenemos que la independencia del poder judicial es un principio cardinal del sistema republicano, que no debe entenderse limitado a la relación que debe existir entre los poderes del Estado. Los magistrados también deben ser independientes de los intereses económicos de las grandes empresas, de los medios de comunicación concentrados, de los jueces de las instancias superiores e –incluso– deben ser independientes de las organizaciones que los representan. Los jueces cumplen una función esencial en el sistema democrático y, por tanto, su conducta pública –como la del resto de los funcionarios públicos– debe estar sujeta al escrutinio estricto de la ciudadanía. El debate democrático sobre las decisiones judiciales acerca el sistema de justicia a la sociedad, y enriquece la calidad de las respuestas jurisdiccionales”.

(Solicitada: “Una justicia legítima”, firmada por cientos de jueces, fiscales, defensores públicos y funcionarios en respuesta al documento que algunas organizaciones judiciales presentaron con un duro tono crítico hacia el Poder Ejecutivo.)

Qué es lo que está en juego en estos días argentinos siempre tan intensos y convulsionados en los que los legos nos movemos con absoluta incomodidad y, bajo la perspectiva contraria, hasta cierta regocijada impunidad por la selva del lenguaje jurídico? ¿De qué manera intentar analizar las diferencias y tensiones que existen, como resulta muchas veces inevitable, entre los tres poderes de la república tratando de comprender, al mismo tiempo, qué intereses están moviéndose por debajo y por detrás de los principales actores? ¿Qué le ocurre a la política cuando queda atrapada en la telaraña tribunalicia y se vuelve deudora de un lenguaje de especialistas? ¿De qué modo recordar que la democracia habita en la incompletud y desconfía de los paradigmas absolutos sin por ello hacer el elogio de la discrecionalidad? Preguntas que surgen allí donde lo que se percibe es la gravedad de una disidencia que no todos alcanzan a descifrar pero que intuyen que tiene relación directa con el poder y con su ejercicio pleno o limitado. Algo demasiado importante está en disputa en nuestro país y va más allá de tal o cual grupo mediático que se niega a cumplir una ley votada mayoritariamente por senadores y diputados hace ya largos tres años. Una cierta idea de soberanía democrática es la que, en el fondo, está en discusión.

Las querellas entre los poderes de la república siempre ponen de manifiesto la trama conflictiva de la vida democrática y, sobre todo, evidencian que existen otros poderes que persisten en su afán por mantener sus privilegios. A la Justicia le ha costado muchísimo, y pocas veces lo ha logrado, autonomizarse efectivamente de esos poderes económico-ideológicos. Pocas veces, también, el poder político logró sustraerse a esas determinaciones. Hoy, y desde hace unos años, nos encontramos ante el retorno de ese litigio allí donde un poder nacido de la legitimación del voto popular ha decidido no aceptar las demandas, las imposiciones y los chantajes de los poderes corporativos. No hay mayor escándalo, para democracias condicionadas y vueltas escuálidas por la horadación sistemática a las que fueron sometidas durante demasiado tiempo, que un gobierno ejerciendo en plenitud la soberanía que emana de las urnas y revitalizando esa misma vida democrática tan dañada a lo largo de las últimas décadas allí donde fue convertida, por la acción de las grandes corporaciones, en un pellejo vacío. Por qué no decir que lo que viene disputándose es, precisamente, la ampliación de los derechos y de la matriz igualitarista que se enfrentan a aquellos sectores que buscan mantener privilegios y hegemonías económicas y jurídicas.

Para plantearlo desde otro costado posible: ¿acaso lo que se juega en esta pulseada judicial tiene relación directa con el ejercicio pleno de la soberanía popular democrática? ¿Se intenta dirigir al país hacia una democracia condicionada y eternamente vacilante incapaz de imponer sus decisiones a los grandes grupos económicos? ¿Qué significa y cuáles deberían ser los alcances genuinos de la independencia de la Justicia? ¿Le cabe sólo, como se dijo en un documento sin firmas individuales pero sí con firmas institucionales y con el aval de algunos jueces supremos, mantenerse fuera de los intentos de sujeción del poder ejecutivo o, por el contrario, y como lo han dicho decenas de jueces, fiscales, rectores, decanos y profesores de distintas universidades nacionales, la independencia debe constituirse en relación a todos los poderes incluyendo a las corporaciones económicas y mediáticas y a los propios jueces de las instancias superiores? ¿Permanecen ajenos a los conflictos y contradicciones que se despliegan en la sociedad aquellos que tienen como misión impartir justicia tratando de que los afectos, los prejuicios, los intereses y las ideas propias no interfieran en ese gesto que debería ser neutral? Soy consciente de que algunas de estas preguntas no tienen una sola respuesta o que, incluso, su mera formulación moviliza un agudo debate cuya resolución queda siempre diferida.

Discutir la Justicia supone internarse, en ocasiones, por un territorio minado cuyas cargas explosivas pueden venir de diferentes posiciones. Lo cierto es que existe, al menos, un consenso que fija la idea de la necesidad imprescindible de una Justicia independiente pero, e inmediatamente surgen los litigios interpretativos, lo que no queda claro o sus límites permanecen borrosos es cuáles son los alcances de esa independencia que tanto se reclama en el interior de una sociedad en la que existen tantos intereses enfrentados, tantas desigualdades y tantas formas de uso discrecional del poder que, por lo general, suelen ir en detrimento de los más débiles y de las mayorías populares. El aparato judicial no ha dejado de ser cómplice, a lo largo de nuestra historia, de esos poderes. ¿Sería pecar de ingenuo o iluso si pensara que desde la llegada de Néstor Kirchner al gobierno se dieron grandes pasos para reparar el brutal daño que las políticas dictatoriales y luego neoliberales produjeron también en la estructura judicial? ¿Acaso esta Corte que tanto le debe a esa decisión histórica de reconstruirla bajo verdaderos principios republicanos está dispuesta a olvidar su antigua deslegitimación arrogándose como mérito propio lo que se debió a una extraordinaria visión política? Prefiero seguir pecando de ingenuo e imaginar que la mayor parte de los miembros de la Corte Suprema estarán a la altura de las circunstancias y eso más allá de ambiciones personales o presiones corporativas. Los jueces, en especial los que ocupan los más altos cargos, no deben quedar al margen de los dilemas de la época ni esconderse detrás de una supuesta neutralidad valorativa que desconozca la densidad política e histórica de lo que está en juego. Sus fallos, con independencia de sus aciertos o errores, constituyen un dato absolutamente relevante de la realidad y son portadores de consecuencias graves.

Preguntas, todas, que recorren la médula de la vida democrática y que llevan implícitas diferencias interpretativas de muy difícil resolución, en especial cuando de lo que se trata es, ni más ni menos, que de garantizar las condiciones de igualdad jurídica en un espacio social atravesado por diversas desigualdades amplificadas, en nuestro país, por la facilidad con la que los grandes grupos económicos han logrado influir y determinar a amplios sectores del poder judicial. El mito de la absoluta independencia del poder judicial termina por ocultar sus condicionamientos y sus profundas debilidades a la hora de poner en su lugar a los dueños del capital. Sigue habiendo, entre nosotros, una Justicia de clase que no suele ser reconocida por los jueces allí donde más deudores son de sus determinaciones. El fallo a favor de mantener la cautelar presentada por el Grupo Clarín va claramente en esa dirección. La Corte, aunque no lo pueda o quiera decir, lo sabe.

Con los jueces parece suceder lo mismo que, o así nos lo presentan ciertos medios de comunicación, con ciertos debates teológicos medievales que se interrogaban por el sexo de los ángeles: jueces y ángeles pertenecen a otro reino muy distinto al animal, sus andanzas por la vida no pueden medirse con los instrumentos profanos y plebeyos con los que se intenta comprender, por ejemplo, las acciones y las conductas de los seres humanos comunes y corrientes. Ellos, así nos lo dice cierta ideología preocupada por sostener la virtuosidad de los magistrados alejándolos de todo mal y de toda tentación, deben permanecer impolutos y entregarse, de cuerpo y alma, a impartir justicia desde la pureza de la imparcialidad nacida de su condición virginal. Ángeles y jueces transitan por un andarivel exclusivo que los mantiene al margen de tanta mezquindad profana. Salvo cuando algunos de ellos se atreven a salir de esa caja de cristal que mantiene un clima de perfecta pureza y se dedican a impartir un tipo de justicia que pone en cuestión el poder de las corporaciones o busca encontrar una cierta correspondencia entre la idea de igualdad y su aplicación efectiva en una vida social atravesada por la impunidad de los acaparadores de la mayor parte de la riqueza material y simbólica. Cuando eso sucede dejan inmediatamente de responder al paradigma de la virtud y se convierten, de la noche a la mañana, en esclavos de la demagogia o del populismo. Sólo si la Justicia y sus jueces defienden el sacrosanto principio de propiedad privada, y si lo hacen sin dudarlo, merecerán seguir permaneciendo en el reino de los justos y de las criaturas angelicales. Cuando cruzan de vereda o cuando recuerdan que impartir justicia es también intentar comprender la violencia de la desigualdad y de la impunidad de los poderosos, se transforman en jueces venales. Las exageraciones de estas reflexiones, estimado lector, sirven para evidenciar lo que efectivamente suele suceder: el reclamo de independencia del poder judicial de parte de los grupos corporativos es siempre proporcional a la continuidad de sus privilegios refrendados por esa misma Justicia que se vuelve cómplice de esos poderes.

Grave es el momento en el que la política queda capturada, como ya se señalaba, en las telarañas del lenguaje jurídico y cuando la propia idea y práctica de la democracia no puede eludir quedar atrapada en la palabra indescifrable del experto. De la misma manera en que también es grave que no exista una Justicia capaz de actuar con autonomía de los poderes fácticos (sean los públicos y/o los de la esfera privada). Para algunos (siempre interesados en colocarse en el lugar del republicanismo) esa independencia debe de ser exclusivamente en relación a los otros poderes estatales y silencian, por conveniencia, la que también es indispensable en relación a las fuentes de imposición económica, mediática o incluso en el seno de la propia estructura judicial. El concepto de independencia es una exigencia central en el interior de una sociedad que sabe que siempre se encuentra en posición de ser vulnerado y cuya consistencia y continuidad conoce de la fragilidad permanente que emana de una realidad política, económica, social, cultural e ideológica fuertemente signada por lo irresuelto. Pero la reclamada independencia de la Justicia no debe servir para alejar a los jueces del escrutinio de la ciudadanía blindándolos de todo contacto con demandas y exigencias a las que también deben estar dispuestos a someterse. No hay genuina vida democrática allí donde persisten el secreto, la distancia y los privilegios.

No deja de ser un momento excepcional el que le permite a la sociedad develar lo que permanecía velado. Así como con la ley de medios se abrió un debate inédito y enriquecedor que impide regresar a las épocas en las que el universo periodístico y comunicacional permanecía intocado e impermeable a cualquier crítica, hoy, a la luz de lo que viene sucediendo con el accionar de ciertos ámbitos de la Justicia, también se habilita un gran debate capaz de abordar lo que no podía ser abordado desmitificando esa aura de autarquía y pureza de un universo estatal por el que también ha pasado el vendaval de las contaminaciones. Los jueces también deben ser auscultados y sus fallos pueden y deben ser discutidos allí donde se apartan de los intereses de la ciudadanía. Su legitimidad, que no es la que nace, como los otros poderes de la república, del voto popular, debe mostrarse a través de sus fallos y de la transparencia de sus acciones que le den un impulso virtuoso a una palabra siempre en riesgo de ser envilecida: la independencia.

 

Delsio Evar Gamboa
Opinión  de
Delsio Evar Gamboa

«No se casan con nadie pero se acuestan con todos».  Alfredo Pedro Drocchi, Juez en lo Criminal Nº1 de La Matanza . . .

Los fierros judiciales no están guardados . . .

El incendio y las vísperas del 7D concluyeron con la prórroga de la cautelar para el grupo Clarín, que le permite continuar burlando la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esta medida dilatoria de la más que sospechada Cámara Civil y Comercial Federal Nº1, impide la aplicación del artículo 161, que obliga a la desinversión de las excedidas licencias del Grupo, que por ley debe tener un máximo de 24 y tiene 301. El recurso presentado por Clarín consiste en posponer la aplicación hasta que el juez de 1ra. Instancia Horacio Alfonso se expida sobre el fondo de la cuestión, o sea sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la cláusula de adecuación.

Esta Cámara Civil, que debe estar integrada por tres jueces, con sólo dos miembros, Francisco De las Carreras y María Susana Najurieta, ignorando lo resuelto en Mayo pasado por el máximo Tribunal Argentino, es decir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que había dispuesto que el día 7 de Diciembre vencía indefectiblemente la cautelar que desde hace más de tres años suspende la aplicación de dicho artículo, falló a favor del monopolio al no hacer lugar a la recusación que había presentado la AFSCA y el Ministerio de Justicia. De las Carreras había sido impugnado por recibir dádivas de Clarín, en un viaje a Miami. El juez Recondo integrante de esa Cámara, también objetado por el mismo hecho, lo reconoció y se apartó de la causa.

En el fallo, el juez De las Carreras, -acusado de prevaricato- manifiesta que “guardo la debida imparcialidad inherente al ejercicio de la función jurisdiccional, conservo la tranquilidad de espíritu y la libertad de conciencia indispensable para impartir justicia bien y legalmente. (). Conociendo su pertenencia al grupo monopólico le cabe muy bien el sayo de “mienta, mienta que siempre algo queda” . . .

La tapa matutina del 6 de Diciembre de 2012 de Clarín, azuzaba la disputa en torno al 7D: “Ataque sin límites del Gobierno a la Justicia”. Aunque no es novedosa, la construcción tamaño catástrofe del título es clarísima: existe una pugna entre el “Gobierno”, y parte de esa entelequia indefinida llamada “Justicia”. Ahí se parapetan los actores judiciales que integran uno de los poderes del Estado más autocrático y antidemocrático: el Poder Judicial. Esa corporación que hasta hoy en día -salvo raras excepciones- logró salir indemne luego de su complicidad con el genocidio perpetrado por la última dictadura militar, que tras 30 años de democracia, no ha visto renovadas sus estructuras, aun luego del estallido que significó el 19 y 20 de diciembre del 2001. El “que se vayan todos”, también alcanzaba a los jueces de “la servilleta de Corach” y a la Corte Suprema con su corrupta “mayoría automática” de Menem, que sólo pudo ser apartada, cuando Néstor Kirchner decidió enfrentarla sin temerle a sus aprietes de “redolarización de los depósitos”.  Estos verdaderos bochornos legales, además de visibilizar la claudicante dependencia de muchos magistrados ante los poderes concentrados demuestran la politización del Poder Judicial, otro ámbito que se regodea en la supuesta “infalibilidad” de su cuerpo estable. Este desacato a la Corte, sirve como ejemplo para entender cómo se cocinan las sentencias, y los poderes que las manipulan desde las sombras.
Clarín tituló en su edición impresa: “La amenaza del ministro de Justicia es de una gravedad inédita en toda la historia democrática argentina”. A veces puede resultar hasta tedioso recordar las complicidades del Grupo Clarín con la dictadura, pero uno debe hacerlo para demostrar la falacia de su eslogan de “Periodismo independiente” que aún insisten en pregonar. Siguió un comunicado donde supuestos “Jueces de todo el país” exigen al Gobierno que cesen las presiones directas o indirectas a la Justicia. El texto fue otra añagaza de la corporación judicial para intentar vanamente lavarse las manos. Ese relato en la que serían los “garantes” de una sociedad civil indefensa, es otra señal de la vocación política de los sujetos históricos que ocupan el Poder Judicial. Dicen: “La Comisión Nacional de la Independencia Judicial, a través de las asociaciones que la integran,  ha recibido la preocupación de una importante cantidad de jueces y juezas de todo el país, referida a hechos que agreden institucionalmente a un Poder del Estado y, como consecuencia de ello, a todos los ciudadanos de la Nación, ya que la justicia es para todos”. ¿Presiones? . . . ¿Justicia para todos? ¿Qué poderoso de guante blanco está preso? ¿Qué pedófilo depravado -teléfono para “padrecito” Grassi-, cumple condena? Martínez de Hoz, Ménem, Cavallo, De la Rúa, Aguad y tantos otros verdugos de lesa inhumanidad, ¿están pagando por el daño hecho? ¿Cuándo en la jurisprudencia argentina se dio que un juez recusado, por medio de “cautelares eternas” paralice por más de 3 años y medio una ley votada por el Congreso nacional para favorecer a un gigante mediático?

Al respecto más de 200 magistrados de todo el país publicaron un documento refutando el comunicado que emitió la ignota Comisión y señalan: “Los magistrados deben ser independientes de los intereses económicos de las grandes empresas, de los medios de comunicación monopólicos, de los jueces de las instancias superiores e incluso de las entidades que los representan”. También se les unió el juez del Tribunal Nº 1 de La Matanza Dr. Alfredo Pedro Brocchi:          ”En mi doble carácter de ciudadano y de Juez del Crimen de la Provincia de Buenos Aires, vengo a cumplir con el deber republicano de denunciar el comunicado corporativo efectuado en nombre de los miembros de las diversas Instituciones que dicen representar cuando no hubo consulta ni llamado a Asamblea alguna para pedirnos la opinión sobre los hechos de dominio público.
De manera que el comunicado solo lleva la voz de las cúpulas y de algunos jueces que las regentean quienes ocultándose en el anonimato de sellos corporativos, pretenden sumarnos a todos los jueces argentinos en un conflicto de poderes al que la mayoría -verdaderamente independientes- somos ajenos.”
 Más claro, échenle cloro!!!

Nuevamente, el poder de los monopolios amenaza a la democracia. La batalla es larga, y este paso es otro más hacia una nueva comunicación, y una sociedad más justa, libre e inclusiva.

El Poder Judicial -en gran parte, con jueces que juraron por las Actas del Proceso militar y que fallan en consecuencia- es un reducto de los poderes facciosos, es garante del sistema capitalista salvaje de adentro y de afuera, de las corporaciones, de los monopolios, de los sectores privilegiados y antidemocráticos. Pero ese cuerpo corporativo, anclado en el peor pasado, más tarde o más temprano tendrá que adaptarse a los nuevos tiempos democráticos. Como ciudadanos de una nación libre tenemos que exigir al Estado que actúe de oficio si fuese necesario, a través de los mecanismos constitucionales que correspondan para recuperar la razón de ser del Poder Judicial: impartir justicia, ecuánime e imparcial para el bien de la sociedad.

En ese sentido, a la Corte Suprema se le reclama un poco más de firmeza ante los excesos en las atribuciones que se arrogan algunos jueces en sus más que cuestionados fallos. Hay que romper de una buena vez con la corporación judicial, el menos democrático de los tres poderes. Una verdadera democracia no es compatible con prácticas jurídicas corporativas que sobrevuelan siempre sobre un piélago de latentes complicidades con los poderes fácticos. Como bien dijo la presidenta, son los mismos poderes que antes recurrían a los fierros militares, después los fierros mediáticos y ahora los fierros judiciales . . .

La madeja de las cautelares revela que algunas instituciones aún siguen al servicio de los intereses hegemónicos. Por eso el Grupo Clarín -que tiene un ejército de 65 abogados full time a tal efecto- presentó sus recursos judiciales en la Cámara en lo Civil y Comercial, encargada de los conflictos entre privados y no en lo Contencioso Administrativo, que trata los de interés público. Ahí está la verdadera madre del borrego . . .

Antes del cierre, una excelente noticia que demuestra que algo está cambiando en la justicia: el Juez Alfonso acaba de declarar la constitucionalidad de la ley de Medios que pone fin a las ya groseras argucias del Grupo Clarín para no ajustarse a derecho y seguir teniendo coronita. El 7D significó 7 días después . . .

No obstante, sería un buen ejercicio para la ética y la moral, que algunos jueces argentinos atendieran más a su conciencia, que el teléfono de las corporaciones.

Para finalizar, uno pregunta por si aún hiciera falta: ¿Se puede creer entonces en una justicia en manos de algunos jueces que no se casan con nadie pero se acuestan con todos porque son esclavos de la avidez de sus bolsillos, siendo que por el bolsillo pasan precisamente todas las miserias humanas? . . .

 

Horacio Verbitsky

 

 

 

 

 

Por Horacio Verbitsky

Los jueces quieren saber

El documento corporativo contra el gobierno no tiene firmas y los jueces quieren saber cómo se gestó. El quién es quién de las asociaciones de la judicatura, cuya unidad fue quebrada por este paso político audaz. Lobby empresarial para condicionar los fallos y lisa y llana corrupción.

Miembros de la Asociación de Magistrados, de la Federación Argentina de la Magistratura y de la Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores preguntarán a sus autoridades cómo se decidió, quiénes redactaron y aprobaron y por qué se publicó sin ninguna firma el virulento comunicado del viernes 7 contra el gobierno a raíz de las denuncias contra camaristas acusados de vinculación con el Grupo Clarín.

La Asociación de Magistrados es presidida por el camarista penal Luis María Cabral. El fiscal general Jorge Auat lo señaló como un pernicioso ejemplo de shopping forum por su designación para integrar una sala de la Cámara de Casación Penal, sin sorteo y sin respetar el orden de prelación fijado por la ley de subrogancias. Pero la Cámara lo confirmó, con la única disidencia de Alejandro Slokar. Sigue llevando la voz cantante en la Asociación su ex presidente Ricardo El Piojo Recondo, otro especialista en la designación de jueces a dedo y el principal gestor del conflicto de la judicatura con el gobierno nacional por el caso Clarín, en el que tiene interés personal. Subsecretario de Justicia durante el primer gobierno de la UCR y miembro del equipo judicial de la SIDE que operaba sobre los jueces, en 1988 Recondo impulsó la designación de Juan Rodríguez Basabilvaso como camarista federal, para terminar con los juicios por violaciones a los derechos humanos. Su nombre surgió en la sobremesa del lobby militar-judicial-empresarial que se reunía los fines de semana en la quinta del Gerente de Relaciones Públicas del Grupo Económico FATE, Alejandro Pérez Cárrega. Recondo ocultó que el postulante se había desempeñado en el tribunal especial conocido como El Camarón, que el Congreso disolvió en 1973. “Hay que darle a la gente la oportunidad de cambiar. Si nos ponemos a escarbar el pasado de cada uno, no queda nadie”, dijo cuando se hizo público. Dos décadas después, ya como presidente de la Asociación de Magistrados, Recondo proclamó durante un acto de la Corte Suprema que el reclamo del entonces presidente Néstor Kirchner para que no se siguieran demorando las causas por violaciones a los derechos humanos constituía un “avasallamiento grotesco de la justicia”. La Corte lo respaldó con una declaración sin firma, según la cual el control republicano debe “respetar la honorabilidad e independencia judicial”. Ahora, Recondo encabeza el bloque de jueces, abogados y legisladores radicales en el Consejo de la Magistratura. Además integra la Cámara Federal en lo Civil y Comercial, participó en el sorteo manual de un juez jubilado para fallar en favor del Grupo Clarín contra la constitucionalidad de tres artículos de la ley de medios y su hija Ana es coordinadora de Certal, la entidad de lobby que sostienen los operadores de cable, entre ellos el Grupo Clarín. La lista Bordó de Cabral se impuso por muy pocos votos a la Celeste, que postulaba a la camarista del trabajo Gabriela Vázquez (la primera mujer candidata a ese cargo) y que se propone democratizar la Asociación. Nueve de los once consejeros Bordó son hombres, mientras cinco de los nueve consejeros Celeste son mujeres. Contra la fantasía de Lorenzetti sobre una judicatura monolítica, los celestes no asistieron a la comida de fin de año de la Asociación, en disidencia por la invitación a representantes de Certal y a la exclusión del presidente del Consejo de la Magistratura, Manuel Urriza, y el ministro de Justicia, Julio Alak. Los celestes propusieron que la Asociación despojara al presidente de la facultad discrecional para invitar y excluir a quien le venga en gana.

La Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores (Jufejus) es conducida por Luis Francisco Lozano, presidente del Tribunal Superior porteño. Antes, fue director de Asuntos Jurídicos de Recondo en la subsecretaría de Justicia del gobierno radical. Cuando asumió en Jufejus, se comprometió a priorizar el trabajo en materia de independencia judicial pero, en flagrante contradicción, encomió el rumbo trazado por el titular saliente, Rafael Francisco Gutiérrez, que es el antimodelo de la independencia: fue designado en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe por su primo, el entonces gobernador Carlos Reutemann y durante su gestión Jufejus firmó convenios con la Asociación de Aseguradores Argentinos (Adeaa), para que también jueces supremos provinciales pudieran viajar a Fort Lauderdale, Miami y Washington con el pretexto de los cursos de capacitación que dicta la International Judicial Academy(IJA), para jueces de países de Asia, Africa, América y el ex bloque comunista europeo en los que Estados Unidos y sus empresas quieren influir. Esta IJA (del american way) es una organización dedicada a propagar entre jueces de todo el mundo los valores del Consenso de Washington, que identifican democracia representativa con apertura de mercados. La IJA tiene dos sedes, una en Washington y la otra en Buenos Aires, que funciona en la Asociación de Magistrados y está a cargo de Ricardo Li Rosi, juez nacional en lo civil. Sus programas incluyen visitas a los tribunales y a la Oficina de Marcas y Patentes estadounidenses, como ha sido denunciado por la cámara latinoamericana que agrupa a laboratorios que producen medicamentos genéricos. Buena parte de los seminarios a los que asisten jueces argentinos suelen congregar también a hombres de negocios, como el seminario sobre Seguros y Justicia dictado en Washington en 2008 y 2009 para jueces y ejecutivos de seguros de la Argentina; o el programa sobre “Regulación del Gobierno y Justicia” al que asistieron en la capital estadounidense jueces, abogados y ejecutivos de negocios de la Argentina y México en octubre de 2009. En septiembre de 2010 se dictó un curso en Mendoza y San Juan sobre un tema de estricta actualidad: las medidas cautelares. La cuidada página electrónica de la IJA no explica cómo se financian sus costosas actividades, que incluyeron viajes y estadía en distintos países del mundo para 4387 jueces. Pero los cursos son promovidos por las embajadas de EE.UU. y, en la Argentina, por la Cámara de Empresas Estadounidenses, AmCham. Li Rosi tuvo sus 15 minutos de fama en 2007, cuando la Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil determinó que la responsabilidad por un accidente en un ascensor en el que no se había reemplazado la puerta tijera era compartida entre el consorcio y la nena de dos años que puso el pie donde no debía, por lo cual debió ser operada siete veces. En julio de 2011 el fiscal federal Federico Delgado pidió que se investigara a los camaristas del fuero civil y comercial federal Ricardo Víctor Guarinoni y Santiago Kiernan (dos de los que viajaron con Francisco de las Carreras y Recondo al congreso de Certal), Patricia Barbieri y Ana María Brilla De Serrat por haber dictado resoluciones favorables a Google a cambio de dinero o dádivas. La denuncia por prevaricato y cohecho fue presentada por el abogado de las actrices Virginia Da Cunha y Florencia Raggi que reclamaban daños y perjuicios a Google, en cuyos buscadores online se las asoció con contenidos sexuales. Antes de revocar dos fallos a favor de Da Cunha y Raggi, los cuatro camaristas habrían participado de una reunión en las oficinas de Google, cuya llegada a la sede den Puerto Madero fue filmada por el denunciante. En el video se reconoce a Ricardo Li Rosi, quien reconoció haber asistido, según dijo, para una actividad de capacitación técnica de la IJA. Según la denuncia a cada concurrente a la reunión, Google les regaló una tablet. El juez Sergio Torres y la sala II de la Cámara Federal sobreseyeron a los cuatro magistrados, porque su imagen no aparece en el video y Li Rosi declaró que no participaron de la actividad, típica de la relación promiscua entre magistrados y empresas.

La Federación Argentina de la Magistratura (FAM) es presidida por el camarista cordobés Víctor María Vélez, protegido del grupo de penalistas radicales de José Ignacio Cafferata Nores y José Buteler, ministro y defensor respectivamente de Eduardo Angeloz. Como Presidente de la Asociación de Magistrados de Córdoba, defendió los privilegios estamentales, gracias a lo cual el gobernador José De la Sota exceptuó a los jueces de su reformas previsionales. Su antecesor en FAM fue el juez penal de Salta Abel Fleming, a quien el ex diputado de la UCR Fernando Chamorro calificó como “sirviente de la dictadura militar” alegando que aún conserva el estado policial obtenido cuando estuvo a cargo de la División de Investigaciones Científicas de la Policía, donde creó una División de Drogas. Como presidente de la Cámara Séptima de Córdoba, Vélez juzgó a 59 personas por el motín de febrero del 2005 en el penal San Martín. Sólo cuatro fueron absueltos y las condenas ejemplificadoras no exceptuaron a aquellos reclusos que hicieron todo lo posible por pacificar la situación. De la Sota dijo entonces que “los derechos humanos son para los decentes”, y Vélez lo tuvo bien en cuenta como fuente del derecho. El fallo señaló falencias del Estado entre las causas del motín, pero no dio un solo paso para individualizar y juzgar a los responsables de que un edificio del siglo XIX para 600 personas recibiera al triple; de que una cárcel enclavada en el tejido urbano albergara a condenados, más propensos al motín y la fuga, mientras la de alta seguridad construida en Bower se reservaba a procesados; de que los reclusos hubieran manejado ametralladoras y fusiles, que sustrajeron de la armería del penal, donde no deberían haber estado; de que se abriera fuego sin medir las consecuencias y causando ocho muertes.

Si Cabral, Recondo, Li Rosi, Lozano, Fleming o Vélez son los defensores de la independencia judicial, puede anticiparse que el lenguaje será condenado a reclusión perpetua.

Justicia coimera

Santa Fe: para el FAP – Socialismo los Docentes somos tropa sin Derecho a Opinar

 

Por Fernando Pisani

Desde que asumió la gobernación santafesina, el Frente Amplio Progresista (resumido aquí como socialismo santafesino o de Binner), trató por todos los medios de mantener la política educativa neoliberal que dio origen a la Ley Federal de Educación (LFE), que entre otras cosas atacó a las Escuelas Técnica y eliminó sus títulos técnicos, bajó la presencia real de materias como Historia, Naturales y eliminó en las escuelas medias las carreras de Perito Mercantil, Comercial y una gran variada oferta de bachilleratos especializados.

A pesar de que logramos eliminar la LFE en el 2006, que desde el 2005 tenemos la Ley nacional de Educación Técnico Profesional que repone las escuelas técnicas y los títulos técnicos, y da recursos ($$) para equipamiento, capacitación y todo lo que se necesite, NADA se hizo bajo Binnerque mantuvo los planes de estudio de la LFE con todo lo destructivo que significó para la educación de aquí y de todo el país la política educativa de los noventa. Recordemos que la LFEfue aprobada por unanimidad por el menemismo, los radicales y los socialistas. Y mientras que el peronismo bajo Kirchner y algunos sectores socialistas disidentes se rectifican y votan a favor de la ley que reclamábamos las Escuelas Técnicas, los radicales y socialistas votan en contra.

Perdieron esa votación, pero como son tan republicanos, democráticos y progresistas, se negaron de hecho a realizar los profundos cambios necesarios. En vez de aplicar las nuevas leyes educativas, siguen manteniendo lo mismo.

Luego el socialismo gana de nuevo la provincia y en vez de Binner está Bonfatti, que se ve obligado por acuerdos con las demás provincias y Nación a implementar las leyes, pero lo hace manteniendo la misma política que tanto daño ha hecho al sistema educativo y en particular a las Escuelas Técnicas

Es así que el 12 de noviembre sale en el diario La Capital un articulo mío, donde frente a la problemática de la validez nacional de los títulos, afirmo que aquellos títulos que eliminó la LFE y que eran importantísimos no sólo para las escuelas que los tenían, sino básicamente para nuestros alumnos y para un modelo de provincia y país más justo, que se sustente por sí mismo integrando y no marginando, no sólo no tienen validez nacional sino que ni siquiera tienen validez provincial.

Es decir, Santa Fe, por decisión primero de Adriana Cantero bajo Obeid (primera gestión luego de la ley de ETP, 2 años), de Binner / Elida Racino (4 años) y ahora de Bonfatti / Letizia Mengarelli (para 2 años) SIGUE CENSURANDO, IMPIDIENDO, PROHIBIENDO que en Santa Fe estén los títulos Técnico Mecánico, Técnico Electricista, Técnico Electromecánico, Técnico en Aire Acondicionado y Refrigeración, entre otros, pues son muchos más. E inclusoamplío ahora, se niegan a implementar títulos nuevos que muchos pensamos que tienen futuro y que están reconocidos por Nación, como Técnico en Mecanizado Agropecuario.

También cuestiono en ese artículo que, siguiendo a la concepción neoliberal de la educación, se baje la carga horaria de los talleres y que los alumnos vean recortadas más de 200 hs de la carga horaria que antes tenían los talleres, lugar donde no sólo aprenden la práctica, sino que realizan la síntesis de la teoría y de la práctica.

Sobre los títulos que hoy tienen las escuelas, que sí tienen validez nacional, digo:

¿Entonces, qué títulos otorgan las escuelas hoy?: los títulos técnicos que nos concedieron a las escuelas bajo la LFE, con los planes de estudio de la LFE y con la aprobación provincial y validez nacional que se consiguieron bajo la gestión de Carola Nin (2004-2005) y que hoy han sido reconvertidos con nuevos trámites pero sin cambiar la base de la LFE. Con planes de estudio que las escuelas deben hacer malabarismo para formar un buen técnico a pesar de ellos.”

Cuestiono que no hay una participación real de las escuelas y aclaro:

“Cuando docentes y directivos de escuelas técnicas piden participar en la elaboración de los planes de estudio, no es meramente un capricho o una exigencia personal de ser tenido en cuenta en función de un discurso democrático. No. Es en primer lugar y por sobre todo un ejercicio de responsabilidad.

“Esos directivos y docentes saben que en definitiva quien da la cara es la propia escuela. Que los que están en el gobierno de turno pasan y las escuelas y docentes quedan. Que son los estudiantes quienes pagan las consecuencias de decisiones que en un primer momento parecen sin mayor trascendencia (…).

“Los talleres son la columna vertebral de la escuela técnica. Su jerarquización o su desjerarquización implica con claridad qué tipo de escuela técnica se quiere, qué tipo de técnico quiere la provincia de Santa Fe que promuevan dichas escuelas. Si será un título buscado, reconocido o si será un título de segunda o incluso despreciado por las empresas, como lo hacen hoy con el Polimodal.

“Las escuelas comprometidas con su identidad y su historia, sus directivos, sus docentes, saben lo que es necesario para formar un buen técnico, una buena técnica. Sería bueno que se las escuchara y aceptaran sus sugerencia”

Pero el socialismo debe pensar que las escuelas somos su cuartel y nosotros sus soldados rasos.

Al poco rato de conocido ese artículo, una escuela donde trabajo recibe un llamado del Ministerio para que me ordenen que debo ir allí el viernes: sin aclarar motivo ni con quién debo verme. Cuando me entero de la cita hablo para decir que no puedo ir ese viernes porque tengo examen.

El lunes aparece en la escuela el Supervisor con una carta al Director de la misma, ordenándole que tome las medidas oportunas porque “el profesor Fernando Pisani del establecimiento a su cargo debe presentarse el día 21 del corriente a las 9 hs en la Delegación de la Región VI del Ministerio de Educación”

En ningún momento me aclaran para qué es la citación ni con quién debía verme.

Cuando concurro me llevan a una oficina donde está la Directora Provincial de Asuntos Legales y Técnicos (María Verónica Gañan), -una abogada-; la “Coordinadora Pedagógica” de la región de Rosario (Susana Copertari) y alguien que llevaría el registro de todo lo que allí se diría.

Toma la palabra la abogada y luego de presentarse ella y su compañera política, lo primero que me dice es: “Usted está aquí por el artículo que sacó en el diario La Capital. ¿Rectifica o ratifica sus dichos allí?”

Le responde que por supuesto todo lo que dice allí es lo que pienso y lo ratifico.

Esto da lugar a que la abogada realice una andanada de críticas y prohibiciones. Que lo que yo afirmaba era falso, que confundía a padres y alumnos, que era peligroso, que destruía la confianza de las escuelas, que dañaba a las escuelas, que no tenía derecho a hablar de esos temas y menos aún en un momento de incertidumbre sobre la validez de los títulos y las críticas que se estaban haciendo a la reforma curricular, que era un ignorante, un irresponsable, que como funcionario público (¿?) no puedo hablar de esos temas, etc, etc (dicho sea al pasar, allí me enteré que los docentes somos funcionarios públicos ¿?)

Y si allí mismo no tomaron contra mi alguna medida ejemplificadora no es simplemente porque le dije que las ignorantes eran ellas, las que dañaban a las escuelas eran ellas desde la LFE en adelante, y que las que realizaban afirmaciones falsas eran ellas, sino que ni siquiera sabían leer porque no habían leído bien mi artículo.

No pudieron tomar -al menos por ahora- una medida más drástica conmigo más allá de ese apriete y la amenaza futura, no porque dije esas cosas sino porque se las demostré, y aunque no lo reconocieron abiertamente, se dieron cuenta que estaban en terreno resbaloso y no podían sostener sus principales acusaciones, lo que quedó en evidencia en la redacción que hicieron del Acta, donde se cuidaron muy bien de NO PONER todas sus afirmaciones iniciales contra mí, sus prohibiciones (y mis respuestas) y se contentaron con “marcarme” que debo cuidarme de lo que escribo y que estaban muy preocupadas de que yo no asumo mi responsabilidad como docente, llevando inquietud a los alumnos (obvio, los alumnos compraron el diario antes de entrar en la escuela y leyeron mi articulo y se inquietaron y rápidamente se comunicaron con el Ministerio para avisarles que estaban inquietos con mis opiniones, que el Ministerio hiciera algo. Y como el Ministerio siempre escucha a los alumnos, tomó cartas en el asunto para defenderlos…)

Agradezco todas las muestras de afecto y solidaridad, entre las cuales están estas dos caricaturas que incluyo en esta nota, para ponerle algo de humor a un tema que al menos para mi no lo tiene.

Entre los llamados solidarizándose que recibí, los hubo de quienes saben cuestiones legales y me ofrecieron su ayuda. Me dijeron que yo podría haberme negado a concurrir por no estar especificado el motivo y con quién. También que podría haberme negado a declarar nada. Y por último que no escriba mucho así no pueden agarrarse de nada.

Pero ocurre que lamentablemente yo soy yo.

Creo que deben terminar estas actitudes patoteriles, apretadoras, de la soberbia del que alcanza un puesto de poder para el que ni siquiera fue votados y sí puesto a dedo.

Porque también me enteré en estos pocos días por mensajes recibidos o leídos en redes sociales que son muchos los que reciben presiones y amenazas veladas o no tan veladas por parte de la gestión “socialista”, incluso directivos. Y que las sufrieron sin que trasciendan. Parece que esta gente está cebada.

También me dijeron que no importa si en lo que yo digo tengo razón o no: ellos no pueden coartar mi libertad ni pueden hacer lo que hicieron. Lo admito, es una aberración, una práctica inquisidora, común al cuartel, a una iglesia intolerante o al patrón de estancia que no admite al peón como su igual aunque le exige ir a sus piquetes. Pero ocurre que ADEMÁS, lo que yo digo es así, yo tengo razón y no ellos, que lo que pretenden es negarlo u ocultarlo.

Algún compañero me dijo que le parecía que ellos para tomar medidas disciplinadoras se basan en una ley o decreto que se hizo bajo una dictadura militar y que aún está vigente en Santa Fe. Si es así, peor para ellos.

El socialismo tiene una larga historia de haberse beneficiado de épocas infames, de épocas de proscripciones, de haber dado apoyo y legitimado a Golpes de Estado como la revolución fusiladora del 55. Recuerdo que cuando luchábamos contra Onganía el Intendente puesto por él era del Partido Socialista Democrático. Pero siempre supuse que habían cambiado.

Pero parece que en eso sí me equivoqué: no sería extraño que para tomar represalias contra voces opuestas a las suyas se amparen en normativas que hoy no deberían existir.

Y termino repitiendo algo que dije en otro escrito: algunos medios me preguntaron cómo seguiría eso, si habría sumario, sanción, etc, a lo que les dije que no lo sabía pues jamás se saben de esas cosas hasta que está muy avanzado todo. Pero que tampoco me preocupaba ni me sentía perseguido.

Además, al haber tomado estado público deberían meditar bien en su balanza costos y beneficios. Si bien en lo personal/laboral podrían hacerme algún daño, sería un daño individual y el daño peor lo vienen haciendo con nuestros alumnos desde 1993 a la fecha.

Además yo no soy una pobre víctima ni me asumo como víctima: soy conciente de lo que hago y de los riesgos de lo que hago. A veces se gana, a veces se pierde, pero hay algo que nunca perderé ni podrán arrebatarme con ninguna medida disciplinaria y que es la dignidad.

Fernando J. Pisani

fjpisani@gmail.com.ar

www.intercol.org.ar/fjpisani

Nota 1: Sé que al criticar al socialismo estoy siendo injusto con muchos socialistas (o radicales) que no comulgan con estas prácticas del binnerismo. No pretendo poner a todos en una bolsa, pero también sería bueno que sean ellos quienes también marquen las diferencias con lo que no consideran correcto.

Nota 2: Lo más grave de esta nueva reforma curricular que está implementando el FAP-socialismo, es el grado de improvisación y desprecio por los problemas reales no sólo de las escuelas, sino fundamentalmente de los aprendizajes (o ausencia de ellos) de los alumnos y alumnas. No hubo en estos 8 años un proceso colaborativo con las escuelas para detectar por qué los alumnos no aprenden cuestiones que deberían saber y deficiencias que se viene arrastrando desde hace años. Ni hubo capacitación específica para los cambios curriculares y la precariedad con que se hacen las cosas es tal que hay docentes que ni siquiera saben qué van a tener que dar o si perderán horas. Y se le está largando el peso de estos cambios que traumatizan a las escuelas a los directivos sin que haya mediado un buen plan coordinado y consensuado: es que se han dedicado a hacer la plancha todos estos años, total los desastres de las políticas educativas se perciben a los años y entonces ya otros deberán levantar el muerto o, como suele suceder, seguirán pasos similares no jugándose por las escuelas y los alumnos y alumnas y sus aprendizajes.

Para más detalles:

Los que se interesen en conocer más detalles de lo ocurrido y profundizar el tema (y tengan paciencia en leer) les recomiendo tres escritos:

  1. El artículo “Las escuelas técnicas”, mi crimen inicialhttp://www.intercol.org.ar/fjpisani/las_escuelas_tecnicas_talleres_validez_de_titulos.html

    http://www.lacapital.com.ar/opinion/Las-escuelas-tecnicas-20121112-0016.html

  1. Un texto donde relato cómo se produjeron los principales hechos desde que fui obligado a ir incluyendo el acta que tuve que firmar: “Sobre la manera de proceder el socialismo cuando un docente saca un artículo en el diario cuestionando su política respecto a las Escuelas Técnicas (con la esperanza de que no cometan el mismo “error” en el futuro)”

http://www.intercol.org.ar/fjpisani/socialismo_santafesino_en_educacion_mostrando_su_verdadera_cara_frente_a_los_cuestionamientos.pdf

3) Un texto donde trato de esbozar una hipótesis de por qué ocurrió esto e incluyo cuestiones de lo que pasó en esa apretada que no está en el anterior: “La inoperancia y el apriete: la verdadera cara del socialismo de Binner y “cia” Apriete a un docente por publicar una nota criticando la política socialista con respecto a las Escuelas Técnicas”

http://artepolitica.com/comunidad/la-inoperancia-y-el-apriete-la-verdadera-cara-educativa-del-socialismo-de-binner-y-cia/

Sobre este último, agradezco a la gente de ArtePolítica que lo hayan publicado, pues mi sitio es pequeño y poco visitado, en cambio allí tendrá alcance nacional.

También pueden consultarse los dos comentarios que sacó el diario La Capital, un día en su web y el otro el día en su edición en papel y web

http://www.notasyantidotos.com.ar/

http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/Educacion-llamo-la-atencion-a-un-profesor-que-opino-en-el-diario-sobre-las-escuelas-tecnicas-20121123-0036.html

Y demás está decir que agradezco a los sitios que publiquen este texto o lo divulguen

Gracias a todos y todas. Fernando

Cuando estemos mal

 

 

 

 

Por Delsio Evar Gamboa

Corría el año ‘88. El país había dejado de pagar su deuda externa y se declaraba en recatada moratoria. La hiperinflación doblegaba al gobierno, aquel que llegó con la recuperada democracia. El que en sus comienzos puso sobre el tapete los Derechos Humanos y, aunque muy tibiamente, procuró instalar un modelo de inclusión social que fue tenazmente combatido por las Corporaciones, el Grupo Clarín y la Sociedad Rural. Sí, la misma que aún integra la ex sediciosa Mesa de Enlace, y la misma que en su Exposición anual, abucheó, silbó y cubrió de bosta de vaca al Presidente Alfonsín cuando éste se negaba a aceptar los designios de la Patria Ganadera.

El gobierno apuraba su retirada adelantando para mayo las elecciones previstas para octubre. El déficit fiscal se multiplicaba y la inflación se hiperinflacionaba. La timba de la City porteña ponía y sacaba ministros: “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo” confesó uno antes de caer. Las Casas de Cambio desbordaban de gente que no bien cobraba el sueldo corría a comprar dólares, para luego revenderlos con la ilusión de salvarse. El dragón financiero terminó devorándolos. Semanas enteras de “Feriados bancarios” para que no se retirara la plata. Semanas enteras sin energía. Los canales de TV transmitían sólo 4 horas por día. En los supermercados iban remarcando los precios de todos los productos sin esperar a que el repositor los acomodara en las góndolas. La pobreza llegaba al 53 %; la inflación mensual era del 80 % que proyectada, -según los economistas- en el año superaba el 12 mil por ciento.
Por otro lado, un monstruoso efecto succión transfería fortunas descomunales hacia el exterior. Así como de los bancos de los pueblos y ciudades del interior, se llevaban en camiones blindados y en bolsas apiladas, los ahorros de la gente hacia los centros de poder financiero, dejando en su lugar un papelito pintado que rezaba “Plazo fijo”. Cualquiera “ganaba” más especulando que produciendo. La usura los comía vivos. El que tenía un crédito, más pagaba, más debía. Es decir, vivían pagando y morían debiendo. No había paritarias, ni convenios, ni trabajo. Fueron los comienzos de los primeros cartoneros de la modernidad, que en grupos familiares revolvían los tachos de basura buscando cartones y comida.
A pesar que Alfonsín les pidió por favor que lo dejaran terminar su mandato, Clarín y Duhalde, con saqueos armados y un golpe de mercado, lo empujaron para que cayera seis meses antes de la peor manera. Y eso que Clarín sólo tenía el diario y no la parafernalia multimediática que ahora tiene.
En la década siguiente, para darnos la ilusión de vivir “en el Primer Mundo”, el menemato regaló, malvendió, cedió y transfirió a favor de capitales extranjeros, y éstos aceptaron de conformidad, un país completo denominado República Argentina, con todo lo plantado, edificado y adherido al suelo. Doy fe.
En consecuencia, al comienzo del nuevo siglo la malaria reinaba en todo su esplendor. Los sueldos que venían congelados desde hacía 10 años estaban en el subsuelo. Igual, a los jubilados y empleados estatales les rebajaron los haberes. Al PAMI le podaron el 30% en los gastos de personal, y 3000 empleados fueron de patitas a la calle.
Se inventaron las Ferias de Trueque; en realidad el trueque ya existía en la antigüedad, fue cosa de los fenicios, y resultaron útiles para que muchos argentinos de clase media y baja gambetearan la pobreza en la casa de pensión, -como dice el tango- y de paso, le hacían un gol al hambre, que era la única producción que crecía. De lástima, España, -vaya paradoja- nos mandaba alimentos que al llegar, eran bloqueados en la Aduana. El gobierno de entonces, no sólo no tenía los conceptos bien puestos sobre la mesa,  sino que lo poco que hizo, lo hizo mal, y con el “Corralito” se puso la cocarda.
Para frenar la conmoción social, declaró el Estado de Sitio, mediante el cual Mestre y Aguad, republicanísimos y democratísimos ellos, reprimieron a discreción y le tomaron el gusto a la sangre -y a la plata- de los Correntinos cuando fueron interventores allá. Hazaña épica y muy humanitaria que poco después -al momento de abordar el helicóptero blanco para nunca más volver- repetiría De La Rúa, ordenando reprimir a los manifestantes de Plaza de Mayo, donde 36 de ellos murieron acribillados por la espalda, como siempre ocurre cuando los represores matan en defensa propia.
Luego de un “casting” por el que desfilaron y se probaron el traje de presidentes, cinco candidatos en una semana para elegir, siempre con el visto bueno de las corporaciones, el próximo mandamenos. Resultó finalista un gordito petizo, chueco y cabezón de apellido Duhalde y hombre del Grupo Clarín, el que de entrada nomás -porque debía 4 mil millones- le ordenó devaluar un 40% la moneda, pesificar las deudas y decretar un “Corralón”.“¡El que depositó dólares recibirá dólares!”mintió con sinceridad, y se dedicó a reprimir manifestaciones de protesta donde “su mejor policía”, asesinó a sangre fría a Kosteki y Santillán, sin olvidarnos de Cabezas y la masacre de Ramallo. Y nos ilusionó al finalizar un discurso con un mensaje esperanzador: “¡Que sea lo que Dios quiera!”. . .  Remember?
Yo sí me acuerdo. Por eso, y a pesar de todo lo que puedan decir de Alfonsín, como que mediante las circulares A-695; A696 y A697, del 1º de Julio de 1985, terminó de consumar la estatización de la deuda externa de las Empresas privadas que impuso Cavallo en la dictadura, que llevó el endeudamiento del país con el exterior, que era del 53% del PBI en el año 1983, al 82% en 1985. O que arrugó con los milicos y les promulgó la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, después de asegurarnos que “la casa estaba en orden”. No obstante eso, o a pesar de eso, no se puede dejar de rendir un reconocimiento al ex presidente.
Y si existiera la posibilidad de que los muertos pudieran contactarse con los de acá, Alfonsín se permitiría interpelar a sus celebrantes. Le quitaría los trajes y las corbatas y a patadones, le borraría la raya del trasero al papanatas de su hijo, para que deje de bastardear su legado político. A Cleto Cobos -como hizo con “Lilita”- lo rajaría por traidor, y a Gerardo Morales por inepto. A sus correligionarios les diría que no permitan que el partido se rompa, aunque se doble, que no se hagan eco de los inflacionistas y los pronosticadores de catástrofes que ofician de asustadores seriales. Porque la “temible” inflación de hoy, comparada con aquella gigantesca y desmesurada que supo haber, es apenas una “jodita para Tinelli”.
Por eso, lo que hasta hace poco eran sólo utopías, ahora son una virtuosa realidad. Ya no más Relaciones carnales; FMI; Deuda externa; Riesgo País; Default; Impunidad y demás vejámenes.
Todo eso quedó atrás. Hoy gozamos de Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social. Derechos Humanos plenos, con procesos judiciales como aquel memorable Juicio a las Juntas, con un Modelo de país que significa Patria, Igualdad y Libertad al que, por supuesto, se oponen las Corporaciones, el Grupo Clarín y la Sociedad Rural, es decir, los mismos que voltearon a Alfonsín. Nada nuevo bajo el sol. Salvo las rutas, los shoppings  y los hoteles colmados, con millones de pibes cobrando todos los meses su Asignación, y con una tremenda caja de más de 45 mil palos verdes, a los que se les echará mano cada vez que haga falta para beneficiar al pueblo argentino, por más que chillen y pataleen quienes endeudaron al país y hambrearon a la gente en exclusivo beneficio propio.
Hoy la realidad es muy distinta. Cada vez que habla la presidenta -al contrario de todos sus antecesores que sólo comunicaban despidos, más ajustes, más impuestos, más rebaja de sueldos, de beneficios y otras maldades- siempre es para dar muy buenas noticias. Se inauguran obras todos los días a lo largo y a lo ancho del país como jamás en su historia. Tantas, que parafraseando por el absurdo lo que históricamente se exigió a los políticos, no faltarán los que digan . . . ¡Basta de obras, queremos promesas!
Y cuando estemos mal . . . ¡Que estemos como ahora!!!